En el municipio de As Pontes (A Coruña) encontramos esta vivienda unifamiliar entre medianeras. Se trata de una edificación de unos 250 m2 de superficie construida. Con ella pretende fusionarse en el núcleo urbano de una forma lo más armónica posible.
La edificación es sobria, horizontal y con dos partes perfectamente definidas, la más baja dominada por la pizarra y la parte alta delimitada con lamas de madera de ipe. Corona el edificio un voladizo de hormigón y carpintería de aluminio en negro.
El resultado en el exterior se pretende que quede visualmente atractivo y lo más respetuoso posible con la tradición constructiva gallega en cuanto a materiales, intentando integrar los volúmenes en el casco urbano. Por el contrario, en la parte trasera se ha roto esa planeidad de la fachada a la calle, generando una volumetría más dispersa con cuerpos de pizarra y hormigón visto hacia la finca posterior.
La pizarra y la madera dan paso en el interior a colores más cálidos. Desde el interior la edificación se abre a una finca trasera a través de la sala de estar y comedor en la planta baja.
Detrás del sofá encontramos la escalera de madera que da acceso a la planta alta, comunicadndo de esta forma la zona de día con la parte más privada de la vivienda.
En la planta baja se encuentra también la cocina, conectada visualmente con el salón como se puede ver en una de las imágenes. esta decorada en tonos neutros y realizada en madera y acero inoxidable.
La conexión entre los espacios amplios y funcionales viene definida por la citada zona, que se enmarca en el centro de la edificación para ganar en intimidad. Desde este punto se contempla un espacio abierto que permite vislumbrar el resto de la vivienda y mostrar el corredor superior con un distribuidor amplio flanqueado con barandilla de vidrio.
La vivienda posee una estancia exclusiva para la música con una acústica estudiada. Esta estancia se propone como elemento origen del proyecto en aspectos funcionales y espaciales, se trata del volumen de hormigón visto conectado pero a la vez aislado del resto de la vivienda y que alberga la zona particular del propietario pianista.
Los lugares de tránsito cobran un sentido para ser habitados y se hace plausible en las puertas correderas y los paños de vidrio que intercomunican los espacios.
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Publicado el: 14-01-2011