Decorar las paredes con vinilos es una tendencia que parece haber llegado para quedarse. Los vinilos decorativos son una alternativa económica y sencilla que permite personalizar los espacios de forma divertida y que nos libera del engorroso trabajo de empapelar las paredes y poner cenefas decorativas en los dormitorios de los niños o de buscar un cuadro acorde a nuestros gustos para decorar el salón o incluso de tener que ponerle un cabecero a la cama.
Por eso han dado el salto de los locales de copas y los comercios más chic a las viviendas de los jóvenes y los que ya no lo son tanto, encontrando una enorme aceptación para enfatizar los estilos contemporáneos. Cualquier superficie lisa, no sólo las paredes, puede recibir este tipo de elemento decorativo: paredes, puertas, espejos, un mueble anodino, los armarios de la cocina…
Estos adhesivos existen en diferentes calidades, ya que los puedes comprar desde en tiendas multiprecio por un precio muy bajo hasta en comercios de decoración, centros de bricolaje y tiendas online por un precio bastante más elevado. Básicamente a mayor precio, mejor calidad de material. Los mejores están hechos de vinilo de máxima calidad, y es en el comercio electrónico especializado donde puedes encontrar la mayor variedad de motivos, de colores, etc.
También es posible solicitar proyectos a medida tanto para la casa, algo muy habitual en todo tipo de comercios, desde tiendas de diseño hasta confiterías y bakeries, centros de peluquería y estética…
Los vinilos se pueden pegar en todo tipo de superficies lisas, pero no en paredes de gotelé, por ejemplo. Para fijar los vinilos tienes que asegurarte de que la pared está perfectamente limpia, seca y sin rugosidades, humedades, etc. Otra limitación son las paredes recién pintadas (menos de diez días). La adherencia de estos productos es enorme, así es que es importante asegurarte de la ubicación definitiva haciendo tantas pruebas como necesites previamente.
Cómo colocar vinilos decorativos
Cómo se limpian los vinilos
No necesitan ninguna limpieza especial, salvo los que están situados en la cocina sobre los armarios o la nevera. En ese caso suelen llevar acabado brillo y se limpian simplemente con un trapo húmedo.
Cuando te canses del vinilo…
No son para siempre, no te apures… Cuando deje de gustarte el motivo, sólo tienes que aplicar calor con un secador de pelo o una pistola de calor. Puedes ayudarte de un cúter para ir levantándolo. Los adhesivos son semipermanentes, así es que no quedarán marcas en la pared.
Fotografías: www.proyectovinilo.com
Más artículos de: Bricolaje
Categorías: Paredes y revestimientos
Publicado el: 28-07-2011 | Autor: María Tebar