Aunque cada vez es más habitual encontrarnos con decoraciones navideñas en las que se apuesta por una única gama cromática o por la combinación de dos tonos para llevar a cabo todo el estilismo, tradicionalmente la Navidad, al menos en nuestro país, suponía una explosión de color a todos los niveles, y no se prescindía de ninguno de ellos.
Tanto el árbol, como la mesa o cualquier otro rincón de nuestro hogar al que también llegara la decoración de las fiestas, se llenaba de multitud de colores en sus versiones más brillantes y luminosas.
Este año en el que vivimos tiempos difíciles, el color puede suponer una inyección de optimismo, de vitalidad, de alegría… y por eso quizá sea una buena opción echar la vista atrás, y rescatar ese tipo de decoración que hace algunos años consideramos ya pasada de moda.
Nos sirven todo tipo de adornos de colores, bolas, figuras, cintas, recipientes en los que colocar velas…
Y precisamente esas velas de colores le darán a nuestro hogar un color especial, muy festivo, y si tenéis niños en casa no dudéis que les encantará este tipo de decoración especial.
Fotografías: Potterybarn