Esta vivienda está situada en plena naturaleza, en la parte alta de una finca tranquila y silenciosa rodeada de árboles altos y rocas, y en ella se ha construyó esta casa inspirada en el estilo zen.
La arquitectura de esta casa interpreta el paisaje y se fusiona con el, ofreciendo una estética luminosa y natural. Destaca el constante uso de materiales como la piedra, la madera, metal… y sobre todo el cristal, que ofrece paredes traslúcidas que permiten un contacto permanente con el espacio exterior.
La arquitectura de la casa se compone de tres volúmenes entrelazados, que se diferencian en forma y altura unos de otros.
El primer volumen corresponde a la entrada, un espacio vertical que es el corazón de la casa. Este espacio da acceso a los diferentes niveles en los que se divide la vivienda, facilitando tanto la circulación vertical como la horizontal a las diferentes estancias de la casa.
Está rodeado por una traslúcida fibra de vidrio y muros cortina que permiten que se cuele por ellos una luz suave en el espacio. En estos muros una serie de ventanas con marco de cristal transparente permiten una espectacular visión del paisaje natural que rodea la edificación, y lo introducen en la vivienda a modo de obra de arte que viste la pared.
El elemento principal de este espacio es la escalera que conecta las diferentes alturas de la vivienda, y realizada con un original diseño que fusiona la línea recta y la curva espectacularmente.
El segundo volumen acoge los espacios privados tanto de la planta inferior como de la superior, el salón, el comedor y las habitaciones.
Todos ellos decorados siguiendo unas líneas semejantes que fomentan el relax, a la calma y el descanso de cuerpo y mente.
Por esa razón destaca sobre todo, la falta y la ausencia de todo lo innecesario. cada estancia tan solo está dotada de aquellas cosas necesariamente imprescindibles.
Al tercer volumen se accede por la cocina, y en el se alojan el resto de espacios como el garaje, el gimnasio…
Esa captura de la naturaleza también se consigue a través del tacto de los materiales, el inteligente uso de la luz natural y la disposición del espacio, que genera reacciones y emociones muy dinámicas entre los ocupantes habituales e invitados, que consiguen conectar extraordinariamente con el interior y el exterior.
Arquitectos: Hariri & Hariri
Fotografo: Harry Zernike
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Publicado el: 23-04-2010