¿No os parece que esta cocina huele a galletas? A cupcakes, a bizcocho… Su decoración la convierte en un espacio romántico, dulce y muy acogedor, ideal para dar rienda suelta a la creatividad repostera.
Sus colores convierten este espacio en una estancia alegre y luminosa. Esta cocina tiene ventanas en todas sus paredes, lo que hace que la luz entre por todas partes, un verdadero lujo. Además, los colores contribuyen a reflejar y a potenciar esa luminosidad, comenzando por el banco y contrastando con el azul turquesa.
La zona de comedor se ha decorado con una colección de textiles floreados en tonos azules salpicados con grises y amarillos, unos colores que también encontramos en la cerámica de la cocina y en el vestido de las ventanas en la zona de cocinar.
Fotografías: Arclinea