Una de las formas más sencillas de decorar la primera habitación de un niño es escoger un dibujo, un color o una colección de tejidos estampados coordinados, y llevar a cabo todos el estilismo con esos patrones.
En este dormitorio se han escogidos unos colores; azul y verde, unos estampados coordinados entre si; rayas y estrellitas, y un motivo principal; un osito de peluche.
A partir de esos dibujos se han decorado todos los elementos de la habitación, empezando por las paredes, que incorporan también una greca muy ancha, colocada en la parte media/alta de la habitación.
La lámpara de techo también está vestida con los mismos dibujos y estampados, y con el osito protagonista estampado justo en el centro.
Utilizando esos mismos tejidos se ha confeccionado la ropa de cama, tanto para el cuco, que será lo el bebé utilice al nacer, como la de la cuna, que empezará a usar antes de que nos demos cuenta.
De esta manera, la habitación mostrará una decoración global, perfectamente coordinada entre si, y sin quebraderos de cabeza más allá de la elección del motivo principal. A partir de ahí vendrá todo rodado.
Fotografías: Izziwotnot