Un vaso de agua, la merienda, una larga velada, los niños coloreando… En la cocina, cualquier situación puede surgir a lo largo del día cuando se trata de la familia. Por eso, además de contar con un espacio integrado para comer, es prioritario disponer de compartimentos que faciliten el almacenamiento de todo lo necesario.
Gracias a la isla podemos integrar dos ambientes: el de trabajo y el de comedor. De esta manera, además de facilitar los movimientos y ganar en practicidad, "estar en la cocina" adquiere una nueva dimensión en la que todos tienen cabida.
Muebles, encimeras, enmarques, fregadero y campana se han realizado en blanco, y como contrapunto la zona de columnas en la que se integran los frigoríficos y le horno se ha realizado en gris piedra.
Una de las paredes, las lámparas y algunos pequeños accesorios rojos ponen la nota de color al espacio.
Proyecto: Santos
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Publicado el: 12-07-2013