Este salón destaca por la neutralidad. La cantidad de luz que se cuela por sus ventanas, unido a la claridad de los colores con los que ha sido decorada la estancia, dan como resultado un salón luminoso, al mismo tiempo que cálido y relajante.
En su decoración se han utilizado una amplia gama de tonos blancos, beiges y grises, y diferentes estampados perfectamente coordinados.
Los estampados florales se fusionan a la perfección con los arreglos florales que se han colocado a modo de atrezzo. En cada época del año pueden ser sustituidos por otros más propios de la estación, siempre buscando la coordinación con los estampados de los tejidos.
La madera que enmarca las butacas destaca sobre el resto de la decoración. Es uno de los principales focos de la estancia, ya que llama la atención su oscuridad dentro de una decoración llevada a cabo en tonos claros.
A pesar de esa oscuridad, al tratarse de un tono neutro se fusiona perfectamente con el resto de colores, del mismo modo que los estampados se fusionan entre ellos.
Fotografías: KA Internacional