Quizá sea por esa pared de ladrillo, o por esa vista de árboles que se cuela a través de las ventanas de esta cocina, pero la verdad es que a simple vista este espacio trasmite un cálido aire otoñal, hogareño… muy apetecible para las fechas en que nos encontramos, antesala de la nueva estación.
El interior de esta cocina está diseñado de forma que el espacio de trabajo se fusiona con las paredes, con el suelo, el techo, el resto de las estancias… hay que dar un segundo vistazo para ver dónde encontramos el frigorífico… justo al lado de la librería!
Sin embargo, la zona de cocción se ha destacado sacándola del resto de frentes, ella sola se encuentra presidiendo el espacio y convirtiéndose por el brillo de su material, en el principal foco de atención de este espacio.
Vigas que destacan por su revestimiento, lámparas de diseño, diferentes alturas, ventanas con casetones… mires donde mires comprobarás que esta cocina está cargada de detalles.
Fotografías: Stone masters