En este pequeño apartamento de Madrid de 35 m2, nos encontramos con una distribución antigua que no aprovechaba el espacio de la vivienda y que además estaba dividida por un muro de carga.
El proyecto de reforma lo llevó a cabo el estudio Stone Designs, y consistió en conseguir un espacio diáfano, orientado hacia la luz natural que tiene la vivienda, y que identificara las necesidades y el estilo de vida de sus habitantes.
Ahora, el espacio central alberga la zona de día, en la que comparten espacio a uno y otro lado la cocina y el salón, este último ubicado en la zona de menos altura, y en la que tanto los muebles de almacenaje y televisión, como el sofá, están dispuestos junto a la pared y recorriendo la zona baja del espacio.
Un espacio que destaca por la limpieza cromática que aporta el color blanco, solamente interrumpida por la presencia del sofá, de un intenso tono azulón, y salpicado con algunas notas beiges o rojas presentes en los cojines.
De forma paralela al salón se encuentra la cocina, cuyo diseño hace que quede perfectamente disimulada e integrada en este núcleo central.
Está distribuída de forma en forma de isla, una isla multifuncional que incorpora además la mesa de comedor.
Una mesa que tiene la peculiaridad de incorporar una parte móvil, que nos permite agrandar la superficie cuando el número de comensales lo requiera, o cuando necesitemos una trozo de encimera extra para poder desarrollar nuestras capacidades culinarias.
Toda la vivienda está distribuída en torno a un cubo central, cuyos laterales se adentran en la cocina, salón o dormitorio, albergando toda la zona de almacenaje de la vivienda.
La zona del cubo que forma parte de la cocina deja ver alguno de los electrodomésticos, e incorpora una zona de apoyo en la que ubicar aquellos accesorios de cocina que necesitamos tener a mano.
Atravesando el salón hacia el fondo encontramos la zona privada, en la que se encuentra el dormitorio.
Un dormitorio que destaca por la austeridad, y la ausencia tanto de mobiliario como de cromatismo.
Tanto las paredes como la ventana y la ropa de cama, presentan un frío blanco azulado, que potencia el aspecto moderno y urbano de la vivienda.
Desde el salón, en dirección contraria al dormitorio, encontramos el cuarto de baño.
Accedemos a él por un pasillo cuyas paredes han sido acertadamente aprovechadas para colgar sobre ellas las bicicletas, y alojar un mueble librería aprovechando un ángulo de la vivienda.
El cuarto de baño es una continuación de la decoración que domina la vivienda, en cuanto a cantidad de elemento y cromatismo.
Está bañado por una luz natural que entra por la ventana del techo, y que potencia aún más la sensación de limpieza ypulcritud que le confiere el color blanco. Una sensación muy necesaria en una estancia como el cuarto de baño.
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Publicado el: 27-11-2009