¿La plancha está en el primer puesto de tu lista de tareas ingratas en el hogar? ¡Hay solución! Aquí tienes los mejores consejos para soslayar el paso de la plancha en muchas prendas y ropa de la casa, y en los casos más graves, al menos, realizar la tarea de forma fácil.
Planchar es una de las tareas de la vida doméstica que cuenta con más detractores. Para algunos, incluso, la tarea más ingrata de todas, ya que hay que repetirla muy a menudo, y exige tiempo y dedicación, más que esfuerzo.
Para evitar que toda la ropa lavada tenga que pasar directamente por la tabla de panchado, sigue estos consejos.
Al comprar
Observa la composición de la ropa. La fibras, o sea, el poliéster y los acrílicos, reducen la necesidad de planchar, y mezclados con un alto porcentaje de algodón, apenas reducen las cualidades del mismo. Al comprar prendas de algodón, observa que sea grueso y de buena calidad (el precio puede ser un indicador; no compres lo más barato, sino un término medio). Especialmente, si tienes más de un niño, verás que las prendas de algodón de calidad pasan de uno a otro y se mantienen como el primer día…
Lavado de la ropa
Al lavar la ropa, no llenes nunca la lavadora al límite, porque saldrá más arrugada. Ten en cuenta que las nuevas lavadoras centrifugan la ropa al máximo y la sacan menos arrugada que las antiguas. Incluso hay alguna que cuentan con programas que reducen la necesidad de planchado. Utiliza siempre un buen suavizante (un poco será suficiente). Toma en cuenta la posibilidad de utilizar alguno que facilite el planchado de la ropa.
Tender al aire libre…
La ropa tendida al aire libre en condiciones idóneas de temperatura, humedad y luz es quizá el ideal de secado que todos tenemos en mente. No te vamos a pedir que tiendas la ropa sobre matas de romero… Pero si en tu casa reúnes las condiciones para tenderla en un lugar seco y bien aireado, no lo dudes.
No dejes pasar mucho tiempo desde que termina el lavado hasta que sacas la ropa de la lavadora. Sacude cada prenda enérgicamente (y con cuidado de no hacerte daño en la cara). Esto se hacía antiguamente para eliminar la humedad, aunque actualmente el sentido que tiene es el de “estirar” la ropa con poco esfuerzo, evitando un planchado más intenso.
Tiende la ropa con cuidado para planchar menos después: pantalones sujetos con dos pinzas por la cinturilla; camisas y camisetas, boca abajo, sujetas por un extremo, coincidiendo justo con sus costuras laterales; jerseys extendidos sobre un pequeño tendendero deplegable o similar… Si puedes, hazte con los antiguos “alfileres de madera” con que tendían nuestras abuelas, ya que apenas dejan marcas en la ropa (se venden de nuevo en tiendas de decoración vintage, tiendas ecológicas y tiendas de manualidades).
… o secar en secadora
Pero hay muchos casos en que la voluntad de secar al aire libre no es suficiente: humedad ambiental constante, patios con mala ventilación o poco respetados por los vecinos, casas incluso sin tendedero particular ni azotea donde hacerlo…
Las secadoras son en estos casos una ayuda verdaderamente indispensable. Lee siempre las etiquetas de la ropa antes de introducirla en la secadora y añade en cada secado algún producto que facilite el planchado (sin abusar; son productos que abandan las fibras). Es importante para planchar menos escoger programas de secado delicados que dejen un mínimo grado de humedad en las prendas al terminar su ciclo. No obstante, deberás sacarlas al terminar el lavado y extenderlas sobre una superficie plana para hacer un “planchado con las manos”. Verás como buena parte de la ropa de algodón, como camisetas, bodies de niños y pantalones de sport, no necesitan nada más que esta “imposición de manos”.
Si la ropa está un poco más seca de lo deseable (cuando la temperatura es alta, ocurre), entonces opta por comprar algún producto que facilite el planchado (los hay de marca blanca, como el de Ahorra Mas, que funcionan la mar de bien). Vaporizando el producto y estirando con las manos, es posible que no necesites planchar muchas de las prendas.
Planchar
Si necesitas finalmente planchar, no consideres que has fracasado en los anteriores pasos. Simplemente hay ropa que necesita un planchado, sí o sí, pese a todas las precauciones tomadas… Una buena plancha o centro de planchado es indispensable. Si necesitas comprar una, fíjate en que tenga bastante potencia.
Además, ten en cuenta al planchar que los tejidos dobles en puños y cuellos, se planchan siempre primero para evitar que en el toque de plancha final salgan arrugas si lo haces justo al revés. Cuelga las prendas según las vayas planchando para evitar que vuelvan a arrugarse de nuevo en una acumulación de prendas. E intenta siempre ir planchando de forma progresiva de menos a más calor (agrupa las prendas según la intensidad de temperatura que necesiten).
Trucos de solter@
Cuando no hay nadie que te haga más llevadera la tarea de la plancha, o simplemente si estás en un aprieto, ten en cuenta que…
Esperamos que con estos consejos y trucos, la plancha se te haga más llevadera…
Fotografías: Philips, Miele, Farrow and Ball
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Publicado el: 11-02-2013 | Autor: María Tebar