En otoño vuelven a aparecer los tonos tierra, esos colores que trasmiten calor, y que nos envuelven las noches más frías haciéndonos sentir muy a gusto en el refugio de nuestra cama.
El dormitorio que hoy os mostramos luce unos de esos colores que nunca pasan de moda y que gustan a todo el mundo, el beige, pero para darle un punto de actualidad se han incorporado algunos detalles.
El estampado de topos está por todas partes desde hace un par de temporadas, y en contra de todo pronóstico, este año sigue en boga sin sufrir desgaste.
El borde de los cojines y de la colcha que cubre la cama se ha decorado con crochet, una técnica que también ha resurgido de las cenizas hace unas pocas temporadas y que está poniendo de moda no solo su uso en decoración, sino el hábito de tejer en comunidad.
Fotografías: Textura Interiors