Sensaciones contradictorias, eso es lo que nos transmite este dormitorio invernal. Frío por el material que presentan sus paredes, y también por el color de los textiles, un azul intenso que pertenece a la gama de los colores fríos.
Pero por otra parte, este dormitorio me trasmite una agradable sensación de calidez, gracias a esos envolventes textiles de piel que decoran la cama y la silla que se encuentra a los pies del dormitorio, que se encargan de transformar la apariencia de las superficies.
Frío por el material en el que están fabricados los muebles y los colores de sus acabados. Frío metal, tonalidades frises, cristal de tacto frío…
Y cálido por el abrazo que imagino recibir debajo de ese plaid y esos gruesos cojines de piel.
Fotografías: La Mallorquina