Cada mañana suena el despertador y Antonio se dirige, diligente, hasta Mercamadrid. Personalmente selecciona el pescado. También visita a los proveedores más cercanos para que, día tras día, en su cocina no falten verduras frescas de las huertas, carnes de la Sierra, y así cumplir su objetivo: seducir a la fiel clientela que confía en él y en su restaurante Madrigal.
De casta le viene al galgo, porque este joven procede de una reputada familia de carniceros y demostró un interés precoz por su oficio. Se formó junto a Salvador Gallego y José Juan Castillo, en su donostiarra Casa Nicolasa, entre otros. No se ha alejado del núcleo familiar y es, precisamente, en su localidad natal, Colmenar Viejo (Madrid), en la que decidió crear su propio negocio rodeado de sus hermanos.
Mérito, por lo tanto, para una propuesta que sitúa su restaurante a la cabeza de la oferta culinaria de la zona serrana y que es visitado, por supuesto, por gourmets de la capital y de otros lugares.
Madrigal fascina a primera vista. Lo hace por su imponente estética, tanto por su tamaño como por su elegancia. Cuenta con una cafetería, en la que comenzar la jornada desayunando y picar algo en cualquier momento. En el interior, presume de dos luminosos salones cuyos techos superan los seis metros de altura.
Minimalistas, con grandes mesas y apenas elementos ornamentales, salvo una bodega de madera de nogal. Están separados por un panel y un gran cortinaje, y se pueden unir para la celebración de eventos sociales y empresariales, uno de los fuertes del establecimiento.
Cuenta con un reservado más íntimo, para 12-16 personas y presidido por una bella lámpara de seda. Y en el exterior, dos terrazas con flores naturales y acondicionadas para ser disfrutadas todo el año. Pero en esta excepcional pista gastronómica, importa, y mucho, la cocina, la materia prima, el vino… Ellos son los protagonistas absolutos.
Antonio se inclina por la frescura y calidad del producto, tratado con pulcritud y pocos aditamentos. Todo, de principio a fin, cuidado y presentado con el particular sello de este apasionado chef.
Por ejemplo, entrantes como el Guiso de verdinas con codorniz y carabinero; las Mollejas de cordero al ajo o los Corazones de alcachofas con almejas.
Para continuar, arroces como el Meloso de carabineros y calamar y principales tan apetecibles como el Solomillo de vacuno mayor con su propia salsa y puré de patata ratte al tartufo; la Carrillera de vacuno glaseada con cremoso de manzana y crujiente de patata violeta así como Mero al horno sobre pisto de calabaza o Atún rojo con tomates compotados y crujiente de pimientos. Para finalizar, Hojaldre de crema con frambuesas naturales, entre otros postres artesanales.
RESTAURANTE MADRIGAL
Dirección: C/ Salvadiós, 34
28770 Colmenar Viejo (Madrid)
Teléfono: 91 846 45 69
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Publicado el: 11-10-2011 | Autor: Cristina Olmos