Repartir las tareas de la casa equitativamente entre todos los que viven en ella es una planificación necesaria para una mejor convivencia. Además, ya no hay excusas por razón de edad, tipo de trabajo, ni mucho menos por sexo. El trabajo doméstico es muy frustrante si lo debe asumir por completo uno de los miembros de la familia por muchas horas que pase en casa, así es que conviene organizarlo, incluso por escrito, llegando a acuerdos por consenso, la mayoría de ellos de puro sentido común.
Por ejemplo, es lógico que el último que salga de la casa cierre las ventanas o que el primero que llegue a ella se ocupe de sacar del descongelador la comida que se preparará para la cena. Cada uno debe dejar hecha su cama y alguien deberá acordarse cada día de bajar la basura al contenedor o sacarla al descansillo… Y así tanta otras cosas. Si toda la familia pasa muchas horas fuera de casa por trabajo o estudios, entre semana habrá que hacer lo imprescindible, y dedicar la mañana del sábado y la del domingo a la compra y a la limpieza general, sin obsesionarse por las tareas domésticas pero también sin posponerlas indefinidamente.
Pero además de la limpieza, la cocina y la compra, es necesario planificar quién se ocupa de la intendencia de la casa en cada momento (en casa, yo lo llamo "ocupar la secretaría de organización"…): ir al banco, llevar a los niños a las revisiones médicas, matricularles en el cole o revisarles los deberes y la agenda escolar, reponer los consumibles de la impresora , hacer los pequeños arreglos de la casa que surgen constantemente (costura, cambio de bombillas, reparaciones sencillas, etc.)o llamar a quien pueda arreglarlos…
Los niños no deben quedar en ningún caso excluidos del reparto de tareas. Desde pequeños deben ocuparse, bajo la supervisión de un adulto, de dejar recogida su habitación o el sitio en el que desplieguen sus juguetes. También tienen que ayudar a poner la mesa para comer y quitarla desde el momento en que sean lo suficientemente hábiles para no dejar caer el menaje. Otras tareas sencillas que pueden realizar son: quitar el polvo a muebles con pocos objetos decorativos, llevar la basura, poner su ropa a lavar, encargarse del cuidado, alimentación y paseo de pequeñas mascotas…
Por supuesto es imprescindible educarles en normas sencillas de convivencia, en las que deben dar ejemplo los mayores, como "pongo el papel higiénico cuando termino el rollo anterior" y tantas otras: cambiar la bolsa de basura cuando está llena, recoger las migas de pan de la mesa tras la merienda, tirar las botellas y bricks vacíos a la basura correspondiente, llevar la ropa sucia al lugar acordado…
Con los niños suelen funcionar bien las recompensas, pero, ¡ojo!, sólo para tareas especiales y con una recompensa si es económica simbólica: por ejemplo, recoger las hojas del jardín o la terraza en una bolsa, 1 euro, limpiar los cristales del coche, otro euro; revisar y amontonar los periódicos antiguos , 1 euro; unir parejas de calcetines y doblarlos, 50 céntimos... ¡Los niños realizan estos trabajos de forma concienzuda y te sorprenderán los resultados! Luego déjales que empleen esos ahorros en comprarse el capricho que quieran.
En cuanto a los mayores, conviene sentarse con una lista y seriamente distribuir los trabajos más duros: plancha, limpieza de baños, pasar la aspiradora, compra y cocina… Es bueno tener en cuenta los gustos y manías personales: si a alguien le gusta cocinar y se le da bien puede quedar excluido de la plancha, y así sucesivamente. Si algún trabajo desagrada a todos por igual, entonces se puede hacer rotatorio y que quede bien visibles los turnos en un papel situado con un imán en la nevera o en otra zona visible para todos.
Muchas parejas profesionales sin hijos optan tácitamente por la ayuda profesional, para evitarse conflictos, pero aún así resultará inevitable el reparto de otras tareas de intendencia, la compra, etc.
En cualquier caso, respetar lo acordado por un periodo sensato debe ser siempre obligatorio hasta que se opte por una nueva redistribución de las tareas.
Fotografías: Philips