Poner la mesa en Navidad

Poner la mesa es una de las tareas más divertidas de todas las que conlleva preparar una cena de Navidad. Con un poco de imaginación, entusiasmo y pocos recursos podemos montar una mesa en la que comer sea lo de menos.

Las mantelerías de hilo, los bordados, los encajes, puntillas, las vajillas de porcelana, cristalerías con copas para beber hasta la bebida más inusual, cuberterías capaces de ponernos en un aprieto… esto ha sido durante años la mesa de Navidad.

Las cosas han cambiado, y mucho, nos encanta disfrutar de la cena tanto como de la mesa, pero el trabajo que conlleva poner todos esos accesorios, el que conlleva quitarlo, limpiarlo y guardarlo hasta la próxima navidad, junto a la rapidez con la que las modas pasan sin detenerse en exceso, y en ocasiones la cantidad de comensales alrededor de una mesa, han hecho que no nos quede otro remedio que plantearnos otras alternativas.

La preciosa vajilla de porcelana que solo sacamos en días destacados, ha quedado obsoleta, eso quien disponga de ella, porque en los tiempos que corren, en que los pisos disponen de los metros justos, la vajilla de diario es eso, de diario, de todos los días, incluidos los de celebración. Y aunque dispongamos de una segunda vajilla, es posible que el número de comensales supere al de los servicios de la misma. O aunque dispongamos de un precioso mantel de hilo, quizá no sea tan largo como para cubrir la gran mesa que tenemos que montar.

El plástico y el papel son dos amigables materiales con los que hoy en día se puede imitar cualquier material, no solo para poner la mesa. Su amplia carta de colores, su fácil manejo, la variedad de texturas de las que disponemos, sus cualidades retornables y su bajo precio, nos ayudan a decantarnos por ellos en la multitud de ocasiones en las que decorar un local, un escaparate o una mesa, se nos antoja imprescindible.

En el mercado podemos encontrar manteles de papel de todos los colores, lisos, con dibujos navideños, infantiles, brillantes, dorados…

La utilización de bajoplatos vestirá nuestra mesa, pero no es habitual contar en nuestra casa con este tipo de elementos, podemos idearlos.

Las blondas que se utilizan en pastelería para colocar bajo los pasteles, las podemos encontrar en el mercado en varios formatos, y de muchos colores. Colocadas bajo el servicio de cada comensal conseguirán el efecto deseado.

Tenemos que pensar en la vajilla que vamos a utilizar, el color, la forma, el estilo. Si la vajilla es de formato cuadrado, es mejor que optemos por blondas con esa misma forma, si es redonda, las redondas u ovaladas. Si mezclamos vajillas para obtener más servicios, podemos hacerlo de manera alternativa.

Cualquier copa de cristal que tengamos en casa, lucirá mucho más atractiva si colocamos en ella un par de servilletas de papel, cada una de un color.

Para decorar los platos, podemos colocar sobre ellos el cuchillo y el tenedor de cada comensal atados con un lazo de papel del mismo tono que alguno de los otros elementos.

Al lado de cada copa, podemos colocar un atadillo de papel de celofán de color, conteniendo en él las doce uvas de la suerte. Una vez consumidas, los trozos de papel brillante quedarán sobre la mesa dando a ésta un toque de lo más festivo.

Los centros de mesa acabarán por darle el toque final. Aquí es donde más cuidado debemos tener. La altura de los centros no debe sobrepasar los 30 cm., pues de lo contrario nos veremos en la obligación de quitarlos, para poder verles la cara a nuestros compañeros de mesa. Si colocamos centros de flores o frutas, debemos tener la precaución de comprobar que no tengan olor. Ningún perfume debe tapar el aroma de las comidas.

En una mesa sencilla, como ésta que te proponemos, en la que el papel y el plástico son los protagonistas, los centros de mesa deben destacar por su sencillez. Unos recipientes transparentes llenos de bolas pueden ser adorno suficiente, podemos añadir alguna vela, pero siempre y cuando no sea aromática.

Una vez que la mesa está puesta, hemos cumplido nuestro cometido, solo cabe esperar que quien cocine, lo haga también bien. Que aproveche!!!

Fotografías: Habitat, Villeroy&Boch, Royal Coppenhaguen.

Por Olaia Pellón