Pintar la casa: problemas y su solución

Llega la primavera, y en breve muchas personas querrán dar un nuevo look a sus casas. Una de las maneras más fáciles, baratas y divertidas de hacerlo es mediante la pintura. Las encuestas no mienten: el trabajo de bricolaje que más realizan los propietarios de casas es pintar (y después, colgar estanterías). Actualmente hay muchísimos tipos de pintura en miles de tonos para que el resultado de nuestra aventura pintora sea un completo éxito.

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Hasta aquí, la teoría. Pero la práctica es muy distinta: cuando nos ponemos a pintar, los problemas surgen constantemente y a veces se nos quitan las ganas de seguir. Y por supuesto, terminamos acudiendo a un profesional. Nuestro consejo es que no lo hagáis hasta haber leído este artículo… ¡Y luego ya nos contaréis!

“La pintura se pela”: cuando vamos a pintar, a veces pasamos el rodillo raudos y veloces para ver ante nuestro desconsuelo cómo la pintura no agarra e incluso, la base se desprende. Hay una buena forma de evitar esto. En primer lugar, la pared sobre la que pintemos debe estar en buenas condiciones: lisa, sin grietas ni agujeros y sin trozos de pintura que se desprendan (aquí podéis encontrar buenas ideas para arreglar desperfectos en paredes). Después, para favorecer el agarre de la pintura, aplicaremos una mano de fijador de látex rebajado con agua y esperaremos a pintar al día siguiente. ¡Veréis qué diferencia!

“La cinta de carrocero arranca la pintura”: es algo muy habitual. Cuando colocamos cinta de carrocero en techos y paredes para no mancharlas, al retirarla después arranca la pintura sin compasión. La solución: quitar la cinta lo antes posible, antes incluso de que la pintura se seque. Cuanto más tardemos, más agarrará el adhesivo y peores serán las consecuencias…

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“¡Horror! No puedo repetir el color”: la eterna pregunta: ¿cómo mezclo de nuevo un color cuando se me termina? Lo mejor es ir al almacén y comprar el color que nos interese; si no lo hay estándar, podemos encargar que nos lo mezclen por ordenador. Y si lo queremos hacer nosotros, emplearemos tintes para pintura y (muy importante) mediremos la cantidad de tinte con el tapón dosificador, apuntando exactamente la cantidad de tapones que vertemos en cierta cantidad de pintura (dos kilos, diez kilos…).

“Quería usar la pintura del año pasado… Pero está seca”: no olvidéis limpiar perfectamente los bordes de los cubos de pintura antes de cerrarlos de nuevo. Si tenéis la precaución de sellarlos con un plástico antes de taparlos (basta un trozo de una bolsa o similar), el aire no entrará y la pintura se conservará perfectamente. Los botes metálicos se cierran golpeando la tapa con un martillo, colocando entre ambas cosas un listón de madera para no abollarla. Y los botes pequeños se almacenan bien cerrados y dados la vuelta; así evitaremos la formación de la famosa “telilla” de la superficie. Aquí tenéis algunos consejos más para almacenar la pintura.

Imágenes: Woot.com, Koleksifoto

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Categorías: Pintura, Paredes y revestimientos

Publicado el: 24-02-2011 | Autor: Marta Sánchez

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