Cuando nos disponemos a decorar nuestra cocina, en muchas ocasiones sentimos miedo con la elección del color por miedo a cansarnos de él. Por eso muchas veces acabamos optando por un tono neutro atemporal, un blanco, negro o gris que podemos combinar con accesorios de colores para darle vida.
La cocina que hoy os mostramos es una prueba de que podemos añadir pequeñas notas de color sin condenar el espacio global de la cocina.
Esta encimera, realizada en piedra de cuarzo y resinas es de apariencia blanca, sin embargo al verla de cerca comprobamos como podemos encontrar en ella pequeñas virutas de vidrio de casi todos los colores y en su versión más viva.
Es una forma de no renunciar al color, pero añadirlo de una forma sutil, que no nos comprometa en exceso.
Fotografías: Stone Master
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Publicado el: 19-03-2012