Pocos alimentos son tan básicos como el pan y al mismo tiempo tan fascinantes. Hoy os proponemos un pan de ajo en el que el ajo no molesta. El aceite adquiere algo del sabor del ajo, pero no en exceso, y el resultado es muy agradable y sutil. De todos modos, los panes aromatizados tienen su propio sabor y como dejan de ser neutros, hay que cuidar algo más las combinaciones.
PAN DE ORÉGANO Y AJO
Ingredientes (para 8 a 10 unidades)
Preparación
Poner en un cazo de base gruesa el aceite a fuego bajo y añadir los dientes de ajo cortados en trozos grandes. Dejarlo hacerse a fuego muy lento, sin que se frían. Después de unos 5 minutos (o antes si parece que empieza a freírse el ajo) retirar del fuego el cazo, desechar los ajos (colar el aceite si fuera necesario) y dejar enfriar completamente antes de hacer el pan.
Disolver la levadura en el agua tibia con el azúcar. Hacer un volcán con la harina a la que previamente se ha añadido la sal, y verter en el centro la mezcla de agua, azúcar y levadura. Amasar un poco y añadir el aceite. Agregar el orégano y trabajar hasta que quede una masa elástica que no se pegue a los dedos, lo que puede hacer que sea necesario añadir algo más de harina o de agua. Dejar reposar en un bol cubierto con un paño limpio humedecido hasta que doble su volumen.
Más artículos de: Recetas de cocina
Publicado el: 29-12-2013 | Autor: Macu Higueras