La verdad es que no se trata de una imagen tipicamente española, pero si hemos importando otros usos y costumbres en algunos casos no especialmente sanos, también podríamos copiar la preciosa costumbre de decorar de Navidad las fachadas de nuestras casas.
En la mayoría de los casos se trata de la Navidad más habitual, los colores más propios como el rojo o el blanco y los motivos navideños más tradicionales, como las coronas o las guirnaldas, todo ello aderezado con cientos de lucecitas de colores.
Si la fachada es la de una casita en el campo, de aspecto rural, la decoración también podemos añadirla siguiendo esa tónica, y convertir elementos cotidianos, como por ejemplo los skies, en motivos navideños.
La realidad es que estas fachadas no están al alcance de todos, ya que la gran mayoría vivimos en pisos de ciudad, con entradas comunes y carentes de todo este encanto, pero el misterio de la decoración consiste en ser capaces de extraer cada idea y adaptarla a nuestras posibilidades.
No tenemos una fachada como ésta, pero todos tenemos una ventana, así que manos a la obra, vamos a decirle a nuestros vecinos… ¡¡en nuestra casa estamos de fiesta!!
Fotografías: Potterybarn, Cerabella