Mudanzas sin estrés

Organizar una mudanza puede convertirse en una de las tareas más estresantes que te depare la vida en el hogar. Para evitar llegar al límite de tus fuerzas o de tu paciencia, conviene planificar todo con tiempo y tomarlo con calma. Al fin y al cabo en pocos días estarás disfrutando de una nueva casa que seguro que colma tus expectativas e ilusiones…

Imagen Mudanzas sin est

Los estudios suelen situar las mudanzas entre los primeros desencadenantes de desencuentros y rupturas en las parejas. No es de extrañar: nada como una mudanza para poner a prueba el temple de las personas que conviven en el hogar. Durante días o semanas encontrar los objetos más usuales o "justo-aquel-que-nunca-usas-pero-que-ahora-te-hace-falta" puede convertise en una tarea ingrata que agote tu paciencia y tus depósitos de energía… Aunque no seas tú quien realice la tarea del traslado en sí, sólo la planificación de los detalles resulta extenuante hasta para el más organizado de los humanos.

En primer lugar, es necesario decidir si contratarás los servicios de personal cualificado para realizar la mudanza. Quizá no merezca la pena si se trata de trasladarse de una habitación en una casa compartida a un apartamento, o entre dos pisos en el mismo portal, pero puede ser completamente imprescindible si es la familia al completo la que se muda a una nueva vivienda con todos sus muebles y enseres. En cualquier caso, hay varias cosas que a menudo se olvidan y que has de tener en cuenta…

  • Vigila, sin molestar, para que la mudanza se desarrolle sin problemas y muéstrate disponible para atender las dudas de los operarios. Si tienes niños, confía su cuidado a un familiar o amigo un par de días.
  • Numera los dormitorios de la nueva casa y etiqueta cada caja o mueble con el número que has asignado a su espacio de destino. Cocina, salón o terraza pueden no tener pérdida, pero conviene numerar dormitorios y baños (dormitorio 1, baño 2, etc.).
  • Todos los objetos que tienes en casa serán visibles para los operarios contratados para la mudanza o los familiares y amigos que te ayuden en el traslado. Guarda personalmente unos días antes los que consideres muy personales y no quieras que nadie vea.
  • Decide si quieres que la mudanza sea integral y que los profesionales guarden cosa por cosa en su nueva ubicación, y házselo saber a la persona con la que contrates la mudanza con anterioridad. Las grandes empresas están preparadas para ello y llevan a cabo la tarea con cuidado, diligencia y discreción. También debes comunicar si quieres que lámparas, estanterías, cuadros y espejos queden instalados en la nueva casa.
  •  Si quieres guardar tú mismo algunos objetos, pide que te dejen unas cuantas cajas de cartón unos días antes. Cuida de rellenarlas con los objetos más pesados al fondo y los más ligeros arriba. Rellena los huecos con papel de periódico o burbujas y no cargues demasiado peso (por ejemplo, cuidado con las cajas grandes llenas de libros…).
  • Reserva una caja para "apertura inmediata" y coloca en ella lo imprescindible a la llegada: toallas, sábanas, sartenes, bolígrafos, lavavajillas, productos de aseo, etc.
  • Haz una maleta con lo imprescindible a la llegada para cada miembro de la famila (como si fueras a pasar un par de días a un hotel).
  • Ten a mano una caja de herramientas porque la llegada a la nueva casa seguro que requiere alguna rápida intervención de bricolaje.
  • Los profesionales de las mudanzas suelen tener contratados seguros que cubren muchas eventualidades (roturas, desperfectos, reparaciones…). Asegúrate de conocer de antemano qué objetos tienen cobertura y cuáles no (electrodomésticos, por ejemplo) y si debes comunicar los desperfectos el mismo día de la mudanza o tienes algún plazo para revisarlo todo.

¡Y feliz mudanza!

Fotografía: Bosch

Más artículos de: Hogar Sano

Publicado el: 30-04-2012 | Autor: María Tebar

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