¿Quién no recuerda las moquetas de las casas de hace unos treinta o cuarenta años? En las casas de nuestros padres y abuelos, eran algo habitual; y de hecho, en muchos países europeos como Alemania e Inglaterra, era (y es) frecuente encontrarlas incluso en habitaciones húmedas como cocinas y baños. Hoy día los suelos de moqueta parecen haber pasado a la historia por su complicado mantenimiento, quedando relegados sobre todo a lugares como oficinas; en las casas, se opta por colocar preciosas alfombras, mucho más fáciles de mantener.
Sin embargo, hay una interesante excepción en estos casos: las moquetas de fibras vegetales. Estos revestimientos resultan mucho más fáciles de mantener que sus hermanas de lana, sintéticas o algodón, y ofrecen un atractivo acabado natural y muy vanguardista. Dentro de este sector podemos encontrar multitud de materiales: los más comunes son el sisal, el coco, el yute y las algas.
Cuándo instalar moquetas de fibras vegetales
... Y cuándo no
Ventajas e inconvenientes
Ventajas
Inconvenientes
Los distinitos materiales
Las moquetas de fibras tienen por lo general una base de látex, sobre la que se fija la capa tejida, a mano o a máquina (más resistentes).. El tejido puede ser de tres tipos: en buche, en espiga y en panamá. En cuanto a los materiales, tenemos los siguientes:
Yute: fibra vegetal de hebras largas. Las moquetas de yute están disponibles en varios colores, ya que son fáciles de tintar, y son adecuadas especialmente para los dormitorios. Precio: desde 11 €/m2.
Coco: a base fibras de cocotero Los tonos son dos: el coco rojizo natural y el coco blanqueado. Es mejor colocar estas moquetas alejadas de la humedad, porque tienden a combarse; son perfectas para pasillos y lugares de paso, al ser muy resistentes. Precio: desde 19 €/m2.
Sisal: a base de fibras largas procedentes de la planta del mismo nombre. El tejido es apretado y compacto, y son moquetas suaves estupendas para caminar descalzo. Acepta bien los tintes y las hay en varios colores. No soportan el sol directo. Precio: desde 30 €/m2.
Junco y algas: las mejores moquetas para lugares húmedos. En viviendas situadas en climas muy secos pueden estropearse, y es recomendable colocar humidificadores. Si les cae agua, la absorben sin problemas y sin desarrollar manchas ni mohos. Hay modelos con fibras de colores entretejidas. Precio: desde 22 €/m2.
Abaca o Cáñamo de Manila: una novedad muy atractiva. Moquetas resistentes, con fibras gruesas y un interesante brillo nacarado. Son económicas, con un precio desde 20 €/m2 en adelante.
Papel: por increíble que parezca, efectivamente hay moquetas realizadas a partir de este material. Se trata de una invención finlandesa que tiene ya algunos años, que llevan algo más de un ochenta por ciento de papel woodnotes en su composición, y el resto de algodón. Más que moquetas, suelen tener formato de alfombras; son resistentes y acológicas, pero no soportan bien la humedad. Precio: son bastante caras, desde unos 50 €/m2 en adelante.
Bambú: uno de los tipos más interesantes. Están hechas de tablillas de madera de bambú pegadas sobre una base de fieltro. Son bastante aislantes y estéticamente muy atractivas; las hay en color natural, en combinaciones con negro, trenzadas con cuerdas... Precio: desde 24 €/m2.
Alternativas
Hoy día existen moquetas de fibras plásticas trenzadas, que imitan a la perfección el acabado de las de fibras naturales, pero además pueden colocarse en zonas húmedas como cocinas y baños. Su mayor inconveniente es que son bastante caras, y además no aportan la calidez de lo natural.
Además, están disponibles las moquetas y alfombras textiles de toda la vida, en algodón, lana, mezclas, sintéticas...
Mantenimiento
Obviamente, las moquetas, sean de la fibra que sean, no se pueden fregar, aunque sí limpiar con productos específicos en seco. Es importante aspirar a menudo este tipo de moquetas, ya que sus tramas gruesas dejan que el polvo se cuele en cantidad.
Para eliminar manchas es importante hacerlo lo antes posible. Las de chocolate se retiran con jabón neutro y agua; las de tinta, con zumo de limón; las de tierra y barro, retirándolas en seco y frotando luego con agua y amoniaco al 50%; y las de té y café, con alcohol de 90º y vinagre a partes iguales.
Imágenes: Sterin, Pavimentos-tarima, 3rings, Belvoirflooring, Housetohome, Made-in-China,
Más artículos de: Informes
Publicado el: 13-10-2010 | Autor: Marta Sánchez