El mes de septiembre vivimos en ebullición constante. Vuelta a casa, cambio de ropa, de nuevo a la oficina, los niños al cole, vuelve la rutina… y todo parece que se nos hace cuesta arriba, pero ya decíamos la semana pasada que el mes de septiembre se nos iba, y que casi sin darnos cuenta habíamos hecho el cambio de vida sin darnos cuenta, con toda la normalidad del mundo.
Muestra de ello son los más pequeños, que tras un verano intenso, y dos meses de vacaciones han vuelto al cole hace ya unas semanas, y a estas alturas el madrugón, el bocata y los deberes se han convertido en su día a día.
Es el momento de ocuparse de la habitación de los niños, ya que ahí será donde más tiempo pasarán durante el invierno, ocupándose de sus deberes escolares, o disfrutando de su tiempo de ocio.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que la habitación de los pequeños debe ser un paraíso de color. Si bien es cierto que durante los primeros meses de vida de un bebé es preferible optar por colores claros y tonos pasteles, ya que los colores vivos pueden resultar excesivamente excitantes, pero a medida que va pasando el tiempo, los colores se convierten en estímulos.
Naranja intenso, rojo, azulón, fucsia, verde manzana, amarillo limón, violeta… a los niños les encantan los colores vivos y es una buena idea hacerles partícipes de la decoración de su dormitorio, al menos en cuanto a la elección de los colores, pues eso tiene mucho que ver con su personalidad, y existen colores que ayudan a desarrollar una su otras determinadas capacidades.
Crecen demasiado rápido, eso es lo que dicen casi todos los padres, pero buscando el lado práctico y funcional, debemos pensar que precisamente por eso deberemos preveer la colocación de un gran armario ropero en su dormitorio. Un hueco en el que podamos guardar toda la ropa que irán dejando pequeña cas cada semana, los zapatos, su cosas personales… los gruesos abrigos de invierno, cinturones, bufandas…
La capacidad de almacenamiento es uno de los platos fuertes de la decoración cuando hablamos de niños, y es que pongas lo que pongas, casi siempre te resultará escaso. Los niños multiplican sus cosas sin saber muy bien porque, y unos días después de haber hecho una selección de cosas y haber conseguido que todo tenga finalmente su hueco, te sorprenderás de ver que de nuevo hay un montón de cosas en espera de acomodo.
No olvides disponer de una zona de trabajo en la que puedan hacer los deberes y estudiar cómodamente. Está comprobado que tener un lugar cómodo de trabajo adaptado a nosotros y a nuestras necesidades evita la pereza y hace que nuestra predisposición al estudio y al trabajo sea mayor.
Nosotros hemos vuelto a la oficina, los peques han vuelto al cole, y a pesar de que el sol ha decidido acompañarnos en este verano tardío, el calendario marca la realidad, y lo que nos queda por delante es un largo invierno. Pero no os preocupéis, desde DecoEstilo os ayudaremos a vivirlo de una forma especial.
Fotografías: Bm 2000
Más artículos de: Ideas y tendencias
Publicado el: 30-09-2011 | Autor: Olaia Pellón