Limpieza a fondo de la casa
Hacer una limpieza a fondo de la casa es una tarea ineludible al menos dos veces al año, aprovechando algún cambio de estación. Vista de forma global, la idea de hacer una limpieza completa y a fondo de la casa suena bastante inabarcable. Por eso conviene hacerse un plan y si es posible, participar más de una persona en ella. Aquí te damos las claves para que la intervención sea llevadera y todo un éxito en resultados y tiempos…
La necesidad imperiosa de limpiar suele coincidir con el momento en que retiramos la ropa de temporada y comenzamos a comprar o sacar ropa más acorde con la climatología que se avecina. La limpieza a fondo incluye aspectos que durante las rondas rutinarias hemos obviado: por ejemplo, retirar visillos, cortinas y estores para lavarlos; limpiar los armarios por dentro; pasar a fondo luminarias y bombillas; dar la vuelta al colchón; pasar a fondo el trapo por los revestimientos de baños y cocinas… Si me apuras, hasta eliminar la suciedad que se acumula en el suelo en el eje de las puertas y también entre las juntas de las baldosas.
En toda limpieza, sigue estos dos consejos profesionales:
- Limpia siempre de detrás hacia delante, de izquierda a derecha y de arriba abajo
- Establece una división entre habitaciones secas y húmedas, y haz primero cualquiera de los grupos, para ser más eficiente en el manejo de trapos y productos de limpieza.
Habitaciones secas (dormitorios, salón, oficina…)
1. Vacía los armarios o librerías y límpialos a fondo con agua y vinagre diluido. Llénalos de nuevo.
2. Retira las cortinas y pasa una mopa por los techos y sus ángulos y esquinas. Si tienes visillos blancos, pon un chorrito de amoniaco en el cajetín del detergente. Lava con un ciclo corto, en frío y centifugado suave. La mayoría de cortinas se seca sin planchar colgando inmediatamente en húmedo.
3. Pasa bayetas ecológicas húmedas con unas gotas de vinagre sobre los muebles de madera y los marcos de los cuadros.
4. Limpia con gamuza en seco o toallitas atrapapolvo las lámparas y apliques y sus pantallas o tulipas.
5. Limpia los cristales de ventanas y espejos con vinagre o alcohol de quemar mezclado con agua y seca con papel de periódico o de celulosa. Presta atención a los cierres y a los marcos de las ventanas y repasa con un palillo de oídos y alcohol de quemar las zonas más inaccesibles de las guías, donde se aloja el polvo. Limpia con una bayeta escurrida con agua y unas gotas de amoniaco los interruptores de la luz (conviene apagar el interruptor general).
6. Quita la ropa de cama y pasa la aspiradora por el colchón; quizá convenga voltear éste y cambiarlo de posición; luego pasa el resto del suelo, e incluye la parte alta de los zócalos de las paredes.
7. Limpia las puertas con agua y vinagre diluido o un champú para madera con pH neutro, sin olvidar las manillas.
Habitaciones húmedas (cuartos de baño y cocina)
1. Empieza limpiando las luminarias con bayetas de microfibra embebidas en agua con amoniaco, si es necesario retirando los plafones.
2. Vacía armarios, cajones y gaveteros y limpia escrupulosamente por dentro con agua y un poco de amoniaco diluido. Pasa las puertas de los armarios y sus tiradores de la misma manera, igual que mesa y taburetes o sillas, si el material no indica algún tipo de limpieza especial.
3. En la cocina, limpia encimeras y fregadero con agua y un producto con un pH neutro, o simplemente con agua y bicarbonato.
4. En el cuarto de baño limpia con alguno de los productos mencionados los sanitarios por dentro y por fuera y finalmente pasa con agua y amoniaco o un producto desincrustante tipo Cilit Bang las paredes de azulejo o baldosa.
5. Procede igual que con las habitaciones secas para limpiar cristales, ventanas, puertas de paso e interruptores de la luz.
5. Aspira el suelo y friega con un producto limpiasuelos de olor agradable.
Además de estar limpia, tu casa olerá de forma especial. ¡Disfrútalo!
Fotografías: JML Direct
