La pausa para el café no solo tiene su parte estética, sino que, además, juega un papel importante dentro de la dimensión industrial.
Tras una larga investigación, las máquinas y cápsulas creadas por Lavazza no solo han ofrecido a millones de personas la oportunidad de disfrutar de un espresso de la mejor calidad, sino que se han convertido en los primeros “agregadores sociales”.
El café es la primera red social de la historia que nos ha dado la oportunidad de hacer una pausa, comunicarnos y entablar nuevas amistades.
Tal como afirma el propio Giuseppe Lavazza, vicepresidente y director de marketing del Grupo Lavazza:
“La clave de nuestro proyecto reside en tres aspectos, placer, calidad y diseño. Un triángulo equilátero que expresa la perfección y el equilibrio que conforman desde siempre los objetivos de Lavazza”.
Los valores de Lavazza son la innovación, la dedicación, la italianidad y un enfoque orientado al cliente para crear piezas bonitas y duraderas siguiendo un estilo moderno.
Esta filosofía, típicamente italiana, es compartida por Saeco y Guzzini, algunos de los socios seleccionados por Lavazza para llevar a cabo algunos de sus proyectos con el objetivo de trasmitir no solo la calidad, sino también un estilo de vida mundialmente reconocido por su excelencia.
En 1989 Lavazza adquirió la primera maquina de monodosis, y se introdujo en el mercado del vending. El “botón rojo” marcó el nacimiento de la primera gama de productos Lavazza Espresso Point que se ha ido rediseñando, y actualizando con nuevos accesorios a los largo de los años.
En 1995 esta línea fue rediseñada por Pininfarina, quien la describió como “la entrada al mundo del café”. Hoy es una de las maquinas de café más populares del mundo gracias a su exitosa combinación de riguroso diseño, facilidad de uso y variedad en su gama de productos.
En 2003, Lavazza lanzó al mercado su segunda innovación tecnológica y estética con el nombre de Blue, también firmada por Pininfarina. Blue es un sistema diseñado para su distribución en diversos canales y dirigido a un público más amplio.
El sistema de extracción da como resultado un café muy cremoso, mientras que la cápsula monodosis posibilita el consumo de café en lugares tan dispares como grandes oficinas, concurridas zonas públicas, estaciones de metro o tren, así como en maquinas expendedoras.
En 2007 llegó la tercera gran innovación industrial: A modo Mio, un sistema diseñado para uso doméstico, con cápsulas y maquinas fáciles de encontrar en supermercados y tiendas especializadas.
Con un diseño inspirado en los años setenta, la maquina se hizo rápidamente con el público, que la convirtió en icono del mercado italiano y supuso todo un éxito en el ámbito internacional.
Teniendo siempre presente el estilo contemporáneo, sin distraerse con modas pasajeras, Lavazza ha sabido en todo momento cómo interpretar las tendencias y necesidades, anticipándose a menudo al mercado, ello ha dado como resultado una serie de máquinas de café espresso que han revolucionado la manera de tomar café en casa y en el trabajo.
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Publicado el: 14-05-2010