Comer, lo que todos entendemos como comer, se puede hacer de cualquier manera, y casi en cualquier sitio.
Pero si realmente queremos disfrutar de la comida, de la compañía, del ambiente y de la tertulia de sobremesa, debemos hacerlo en un sitio adecuado, y cuidar todos los detalles para crear un ambiente que invite a la calma y a la conservación.
Y para ello una de las cosas que primero debemos de tener en cuenta es la iluminación.
En primer lugar debemos buscar el centro perfecto de la mesa, y situar sobre ella el punto de luz del que colgaremos la lámpara, para que de esta manera quede centrada y no produzca desequilibrios visuales, de peso y de luz.
Si queremos algo un poco más decorativo, podemos optar por una lámpara de diseño, o por situar más de una lámpara. En estos casos es aconsejable optar por un número impar, y situarlas de forma ordenada sobre la mesa.
Deberemos buscar una luz cálida, amarillenta, que cree un ambiente apropiado para estar un largo rato tras la comida, y mientras esta dure.
La lámpara colgante además de dar la luz necesaria para ver, hace que los limites de la estancia se acerquen, y que al sentarnos alrededor de la mesa, no sintamos sobre nosotros una altura excesiva que nos de sensación de desamparo.
Fotografías: Porada