La decoración que va creciendo al mismo tiempo que nosotros es la mejor de todas ellas, porque va almacenando cosas que hacen que nuestra casa tenga una historia detrás. Hace un año la ilusión de unos amigos me hizo escribir un artículo sobre la decoración de la primera habitación del bebé.
Entre sus planes había uno muy especial, y finalmente lo han visto cumplido hace apenas unos días con la llegada al mundo de María.
Desde el principio, DecoEstilo se encargó de poner a su alcance y al de todas las personas que tenían los mismos planes, todo aquello que podían necesitar a medida que el tiempo fuera pasando.
De la habitación del bebé fuimos poco a poco creciendo, conocedores de la velocidad con la que los niños la dejarían atrás. Pensando en que eso ocurriría pronto, nos fuimos ocupando de los siguientes pasos. Esa ilusión que me trasmitían me hizo ocuparme de los niños hasta en tres ocasiones. Así, que ya tengo algo que agradecerle a esa pequeña.
Hoy por el momento no voy a seguir creciendo, el momento es tan bonito que me gustaría que el tiempo se detuviera aquí. Por eso voy a ocuparme de esas cosas por las que no pasa el tiempo, que consiguen hacerse un hueco en nuestras casas y que perdurarán con nosotros por siempre jamás.
Esos guiños a la infancia que permanecerán con nosotros toda la vida, esos que nos hacen sonreír, a los que tomaremos gran cariño y que tienen tanta fuerza que resistirán cualquier cambio de decoración. Esas cosas que hoy están llegando a la habitación de María, y que dentro de muchos años, seguirían ahí.
Entre ellas, habrá sobre todo muñecos. Simpáticos peluches que formarán parte de su llegada al mundo y le harán más placentero su sueño. Ositos, patitos, conejitos y todo tipo de fauna, vestidos con sus mejores galas.
Juguetes que por su atractivo, su belleza y su color, además de servirle de entretenimiento, también formarán parte de la decoración de esa habitación en la que sus orgullosos papás han puesto tantas ilusiones.
Poco a poco irá incorporando cosas. Una pequeña mesa y las sillitas en las aprenderá a pintar, pero que más adelante se le quedarán pequeñas y pasarán a ser una cabaña, un refugio o un escondite, según de qué trate el juego.
La decoración se ocupará hasta de que tenga sus propios cubiertos, su taza de desayuno, su bowl… mas adelante también esto se le quedará pequeño, pero ya será tarde para deshacerse de ello, habrá muchos recuerdos en esas cosas, y acabarán convertidas en cacharritos con los que jugar.
Cuando empiece a ir al cole, descubrirá ese elemento que enamora a todos los niños. La pizarra. Pocos padres consiguen resistirse a la sorpresa que genera en los pequeños este elemento, así que les recomendaremos a estos papás que vayan haciendo sitio.
Sin lugar a dudas, será la imaginación de María la que marque la pauta de la decoración de cada pequeño rincón. Hasta la cama puede ser objeto de sus deseos, y puede acabar convertida en un improvisado campamento doméstico.
Todas estas cosas harán que esa primera habitación que pronto se le quedará grande, sea mucho más acogedora. Cosas que hoy están llegando, pero que formarán parte de la historia de su vida, porque en cada de una de ellas, se almacenará un recuerdo.
Querida María, DecoEstilo crecerá siempre a tu lado, contigo, para que la decoración que rodee tu vida, te la haga mucho más bonita.
Gracias por llenar nuestras vidas de sonrisas.
Fotografías: Sia, Imaginarium
Por Olaia Pellón
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Publicado el: 18-09-2009 | Autor: Olaia Pellón