Ahora, durante las vacaciones, son muchos los momentos del día en el que nos apetece tumbarnos a leer un libro, a descansar, a escuchar música, dormir la siesta…
Pero hacerlo en la misma cama en la que dormimos por la noche nos da una cierta pereza, y muchas veces acabamos tumbándonos en el sofá, adoptando malas posturas e invadiendo todo el espacio.
Por eso las camas de día son la mejor solución para estos casos. Podemos colocarlas en el salón o en el propio dormitorio, y pueden hacer función de sofá y zona de estar.
Si el espacio nos lo permite, podemos incorporar una pequeña mesa auxiliar, una butaca, un revistero… y sobre todo almohadones y cojines que nos hagan confortable el momento de descanso.
Este espacio que os mostramos a modo de muestra, tiene un estilo muy romántico y la confortabilidad traspasa la pantalla.
Fotografías: Ikea