La cocina es un espacio en el que los diferentes módulos y electrodomésticos deben disponerse en diferentes alturas para que podamos acceder a ellos cómodamente según la postura que adoptamos para desarrollar las diferentes actividades.
Por esa razón el diseño de las cocinas suele ser muy cuadrado, marcadamente horizontal o vertical, muy anguloso y cortado. Por eso hoy me ha llamado la atención esta cocina en la que la que se ha conseguido una continuidad de todo gracias a la curvatura del material de la superficie.
La cocina se ha diseñado con una barra de desayunos que para que resulte cómoda debe tener una altura inferior a la de la zona de trabajo de la encimera. En lugar de disponer dos módulos juntos a diferentes alturas, la curvatura del material de la encimera es la que ha conseguido esas dos alturas, fomentando la continuidad y un diseño mucho más suave.
En la zona de trabajo también está presente esa curva, para diferenciar por ejemplo la zona de lavado de la de preparación. Esto hace que la postura de nuestra espalda sea más cómoda, correcta y saludable.
Lo más curioso resulta que para no entorpecer la belleza que generan las atractivas olas, los electrodomésticos se han retirado de la vista, incluyéndose en el interior de un armario, cuyas puertas se pliegan a ambos lados para que el acceso al interior sea total.
Fotografías: Arredamentidiotti