Hace calor, mucho calor, y muchos de vosotros seguro que ya estáis de vacaciones, o a punto de empezar a disfrutar de ellas, pero a otros todavía nos quedan unas cuantas semanas de trabajo por delante hasta que podamos darnos el primer chapuzón en el mar.
Por eso hasta que llegue ese ansiado momento, la bañera se convierte en nuestra compañera de fatigas al llegar a casa, es la sustituta perfecta del mar, que si bien no es comparable, la verdad es que tiene algunas ventajas…
La disfruta en soledad… o en compañía consentida , la temperatura del agua la eliges tu, puedes ponerle aditivos como sales, espumas… nadie te salpica, el suelo es firme y seguro… y al salir encuentras una toalla envolvente en lugar de arena pringosa...
El que no se consuela es porque no quiere!!
Fotografías: Kaldewei