Tan importante como la apariencia exterior de la cocina es la distribución interior. Ambas cosas deben estar perfectamente equilibradas para que no por exceso de una la otra salga perdiendo.
Si el diseño de la cocina no ha permitido dotar su interior de una cierta capacidad de almacenaje, el menaje se verá obligado a estar a la vista y no habremos conseguido nada.
Afortunadamente las firmas especializadas en diseño y equipamiento de cocinas han desarrollado técnicas y sistemas de almacenaje que cada día nos hacen la vida más fácil, permitiéndonos incorporar accesorios que hacen que todo tenga su sitio, de forma que la tarea de recoger se simplifica enormemente.
Las cocinas con cajones grandes tienen necesariamente que disponer en el interior de los mismos un sistema de diferenciación y organización, porque de lo contrario todo el contenido se desordenará dificultándonos el acceso a cada cosas.
Pero con mucho más motivo, los cajones de reducidas dimensiones tendrán que estar perfectamente adaptados para evitar la pérdida de espacio cuando hasta el último centímetro es necesario.
Y en las paredes que nos permitan utilizar toda su altura, la perfecta organización interior será fundamental.
Caemos en el error de pensar que cuando hay sitio suficiente no hay problemas para almacenar las cosas, pero si el espacio lo dejamos grande y global, desaprovecharemos una gran parte de ese continente disponible, lo que conllevará la pérdida de una parte importante.
Fotografías: Arredamentidiotti