El cuarto de baño es nuestro templo, un espacio de salud y relax al que además acudimos en momentos delicados en busca de un instante de relajación. A veces esa placentera sensación la encontramos en una ducha caliente, en un ratito de mimos de belleza… Por eso debe ser un espacio en el que nos sintamos a gusto con el entorno.
Uno de los pilares fundamentales para conseguir ese objetivo es el orden. Nuestros cuartos de baño están llenos de accesorios y productos cosméticos que de no tener un espacio en el que guardarlos, acaban por situarse a la vista, emborronando el ambiente. Es importante tener previsto que tu cuarto de baño tenga la capacidad de almacenamiento necesario para guardar los objetos de toda la familia de forma accesible pero alejados de la vista.
Jacob Delafon
En lo que al ambiente se refiere, a algunas personas, la idea de retrotraerse en el tiempo les resulta muy placentera y relajante, y seguramente les ayude hacerlo en un cuarto de baño como este, de estilo vintage.
Duravit
La hidroterapia es siempre una buena idea para liberar el estrés, a través de masajes de agua podemos relajarnos, revitalizar el organismo, despejar la mente... En el mercado podemos encontrar todo tipo de griferías que se convertirán en tu masajista particular.
Villeroy & Boch
Si tu baño es también tu pequeño espacio de coquetería, una de las cosas que no deben faltar es un gran espejo bien iluminado frente al que puedas peinarte, maquillarte... Resulta además un recurso muy adecuado en cuartos de baño pequeño, ya que la colocación estratégica de espejos hace que el ambiente parezca más amplio.
Vanesa Romero para Banium
También los cuartos de baño son un espacio importante para los niños, porque muchas de las enseñanzas de los primeros años relacionadas con los hábitos de higiene y salud, tienen relación con este espacio, y aprender esas lecciones será mucho más agradable en un entorno decorado a su medida.
Gala
En decoración es importante tomarnos tiempo en cada pequeño detalle, meditar cada decisión, pensarla con calma y no dejarnos llevar. Hacernos preguntas sobre el espacio, e ir respondiéndonos a nosotros mismos puede ser una buena forma de hacerlo. ¿Cómo quieres que sea tu cuarto de baño?