La peculiar ubicación del Hotel Barceló Sants, que literalmente flota sobre la Estación ferroviaria más importante de Barcelona -HUB de conexiones: AVE, cercanías, tren al Aeropuerto, Metro- y la significativa reducción de vistas a la que quedará sometido el edificio en un futuro, requería una intervención introspectiva que renovase el atractivo de unas instalaciones que el tiempo había dejado obsoletas: de aquí surgió el concepto creativo de convertir el Hotel Barceló Sants en una Estación Orbital.
Para desarrollar este concepto en el interiorismo se optó por qué pasado, presente y futuro convivieran en un marco de referencia retro-futurista; una revisión histórica del futuro que admitiese anacronismos en la elección de mobiliario y materiales, y evitase la recurrente especulación “Hi-Tech” de la ciencia-ficción.
Este anacronismo se acentuó introduciendo el concepto “Cápsula”: un elemento que proporciona confort en un entorno inhóspito, tergiversa la lógica espacio/tiempo y hace referencia a viajes de un futuro no muy lejano.
El diseño de una moqueta continua, adireccional que recorre las dos plantas y un falso techo exageradamente bajo que alberga la modernización de las instalaciones existentes, establece una relación que exagera la proporción horizontal de los espacios diáfanos y proporciona el confort acústico y la sensación de ingravidez que requería el proyecto.
En contraste, los paramentos verticales se manifiestan como una membrana continua, clara y reflectante que libera el espacio de obstáculos. Integra instalaciones, información adicional, iluminación, seguridad y las ventanas existentes así como las que se abren a otras realidades (cápsulas).
La complejidad y versatilidad de la información que necesita el Hotel y la relación que éste mantiene con la estación ha hecho que la señalización y la información jueguen un papel relevante en el diseño espacial. Información fija e información en tiempo real conviven y forman parte de la arquitectura del espacio. La experiencia orbital se refuerza con una nueva nomenclatura de los espacios en clave aeronáutica o de ciencia-ficción: “BoardingDesk. BoadingGate, FoodZone, Levels, Shuttles… “
Welcome Zone es el núcleo central del hotel, donde se producen simultáneamente la recepción de grandes grupos, el acceso a la estación y a las habitaciones. Es un espacio diáfano y versátil que permite ser controlado en su totalidad gracias a la eliminación de obstáculos visuales. La piel interior permite modificar el ambiente y la relación con el exterior y todo el mobiliario puede desmontarse. La convivencia de una zona de workspace, consulta “on-line” y espera se produce alrededor de una gran mesa circular, diseñada como un centro de control de navegación sobre la que flota una gran lámpara que despliega información de eventos del hotel.
En los vestíbulos de tránsito que dan acceso a las salas de convenciones y al área de restauración del hotel, la iluminación genera una secuencia de arcos luminosos reforzados por la incorporación de un sistema conductivo de señalización.
Estos espacios se transforman a diario en áreas de descanso y catering para convenciones por lo que se ha diseñado un mobiliario de soporte que permite diferentes configuraciones.
Una Green Capsule o pulmón donde la naturaleza y el artificio entran en juego con los nuevos conceptos gastronómicos de las 3 áreas de restauración: H, O2, N.
Para el diseño de un área de 620m2 que se transforma varias veces al día se consideró el confort acústico y la sectorización luminosa para generar subámbitos con diferentes atmósferas, evitando la construcción de separaciones verticales fijas. Unos bancos modulares móviles adecuan la dimensión del espacio para albergar un único evento o sectorizar las áreas de restauración. Las mesas “moleculares” y un tapizado de césped sintético incorporan naturaleza artificial al espacio.
HOTEL BARCELÓ SANTS
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Publicado el: 05-05-2015 | Autor: Olaia Pellón