Las uniones en piezas de madera se pueden realizar de diversas formas: a base de clavos, con adhesivos, con tornillos, mediante cajas o machiehmbrado, en cola de milano... Sin embargo, uno de los sistemas más populares son las uniones con espigas o tubillones de madera y cola blanca. Es un método muy apreciado por los carpinteros profesionales por su dureza y resistencia, y también porque es discreto, pudiendo incluso llegar a ser invisible. Eso sí, este sistema tiene una importante desventaja, y es que las uniones no se pueden desmontar una vez se seque la cola.
las espigas están hechas en madera de haya (se utiliza esta variedad por su gran dureza) y tienen fomra cilíndrica. las hay de varios diámetros para compaginarlas con las brocas; las más corrientes son las de 6 y 8 mm de diámetro. los extremos de las espigas están biselados para facilitar su introducción en los agujeros del taladro. la auperficie acanalada tiene uuna función específica. los pequeños canales sirven para evacuar el exceso de cola blanca cuando la espiga entra en el orificio.
Uniones vistas con espigas: son las más fáciles de realizar. Primero se unen las dos piezas a encolar con adhesivo (por lo general se emplea cola blanca). Las espigas servirán como refuerzo de esta unión. Una vez seca la cola, procederemos a taladrar una de las piezas desde el exterior, de forma que la broca perfore ambas piezas. A continuación, se introduce un poco de cola blanca en el agujero y después se mete la espiga, forzándola a entrar con un mazo de goma. El exceso de cola se retira con un paño húmedo. Conviene dejar que la espiga asome ligeramente del agujero para poder serrarla y lijarla. Esta unión está indicada para muebles que se van a pintar, lacar o teñir, o si no nos importa que la cabeza de la espiga quede vista. Para calcular la profundidad del agujero, podemos colocar en la broca un tope de metal que señalará la parte de ésta que entrará en la madera.
Uniones invisibles con espigas: son más complicadas. En primer lugar hay que taladrar una de las piezas por el interior (la parte que irá encolada a la otra), realizando agujeros ciegos; es decir, no pasantes. Para evitar que la broca traspase la madera podemos colocar un tope de broca, como hemos mencionado en el párrafo anterior. Una vez realizados los agujeros, colocaremos en todos ellos accesorios marcadores de metal del diámetro adecuado; después presionaremos la pieza contra la que irá unida a ella, y los pinchos de los marcadores señalarán el punto a perforar. Realizaremos los agujeros con la broca provista del tope (la parte de la broca que deberá entrar en la madera medirá lo mismo que la mitad de la espiga), introduciremos un poco de cola en los agujeros y también aplicaremos cola en las superficies de madera que estarán en contacto. Ya sólo queda introducir las espigas, unir las piezas con cuidado, colocar sargentos o gatos de presión para mantenerlas unidas hasta que se seque la cola y retirar el exceso de adhesivo con un trapo húmedo antes de que se endurezca. ¡Listo!
Imágenes:Woodgears, Accesorios-Carpintería, J.Alexander
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Categorías: Muebles y restauración
Publicado el: 13-01-2011 | Autor: Marta Sánchez