El cuarto de baño es (o debe ser) un espacio relajante al que acudimos en busca de momentos de intimidad y relax al principio o al final del día, por eso la decoración debe transmitirnos precisamente eso, una sensación agradable que nos ayude a evadir nuestra mente de los problemas o cotidianidades de nuestra vida.
Las flores o plantas pueden ayudarnos a transmitir esa sensación, pero su uso no debe ser el mismo que hacemos de ellas en otras estancias como el salón o dormitorio.
Es preferible evitar el colorido y apostar solamente por flores blancas o plantas sin flor, y en cuanto al tamaño de los arreglos, en esta estancia prima la sencillez y la naturalidad, y por eso debemos huir de ramos frondosos, dando paso a flores sueltas, composiciones informales y pequeñas plantas.
Los recipientes en lo que coloquemos estas plantas también permiten citas licencias en e cuarto de baño. Cestos de mimbre, vaso y pequeños jarrones de cristal y también recipientes que en inicio estaban destinados a otros usos, como pueden ser regaderas, cubos, vasijas…
Fotografías: The White Company