Pasada la cena de nochebuena, es el momento de empezar a pensar en la celebración de la última noche del año, una mesa que suele dejar a un lado las decoraciones típicamente navideñas, para darle un aire muchísimo más festivo. La propuesta que os traemos pasa por una decoración basada en tonos claros; blancos, grises y dorados.
Una mesa decorada con pequeños centros de paniculata, un tipo de flor que ya os contamos hace unos días que está muy de moda y que casi por primera vez se ha colado en las fiestas de navidad.
Las velas de diferentes tamaños y los portavelas metálicos le dan un aire mágico a la velada.
Como mantelería para vestir la mesa se ha utilizado un mantel blanco, y sobre él se han dejado caer algunas estrellas grises, un color que también aparece en el borde de las servilletas.
Para darle el toque navideño, se han elaborado unos servilleteros con piñas, y los cubiertos se han atado con una cinta de la cuelga un cartelito con el nombre del comensal que debe ocupar ese lugar.
Fotografías: The White Company