Disponer de un estanque en el jardín es un auténtico placer para los sentidos: sentir el frescor, escuchar el murmullo del agua, observar la vida de las especies acuáticas... Con él puedes crear un rincón especial que disfrutarás muchos meses. Puedes instalar tu mismo un estanque en el jardín de cualquier medida, de forma fácil. Eso sí, necesita ciertos cuidados y mantenimiento. Aquí tienes todas las claves para que sea un éxito.
Ubicación del estanque. Es muy importante dar con el lugar adecuado en el jardín en la medida que te lo permitan las dimensiones de la parcela. Hay que evitar instalarlo a la sombra de árboles, porque la caída de la hoja puede contaminar el estanque, y las raíces agujerearlo. Tampoco debe recibir más de seis horas de sol directo. El lugar ideal es un rincón fresco al este o al oeste de la casa.
Medidas del estanque. No hay límites al tamaño del estanque, pero es clave delimitar las medidas al planificar, porque en superficies pequeñas se suelen instalar vasos prefabricados (hasta 4-5 m2) y en grandes superficies o diseños personalizados se utiliza una lámina flexible.
Vaso prefabricado: la opción para estanques pequeños
Los vasos prefabricados, parecidos a los de las piscinas, son una excelente opción para un estanque pequeño. Una vez instalado no se diferencia en absoluto del estanque hecho con lámina. Los hay de formas, tamaños y profundidades diferentes, y los fabricantes de prestigio como Gardena y Heissner están tan seguros de su calidad que ofrecen garantías de 10 años. Para instalarlos ha que colocar la cubeta sobre el área donde se va a ubicar y delimitar su contorno con un trazo o una manguera. Luego se cava el agujero y se asegura que el estanque esté bien nivelado. Se introduce el vaso y se llena de agua un tercio de su capacidad para que se asiente. Luego sólo hay que echar arena por los bordes y compactarla con agua.
Precios. Los pequeños vasos (124x90x58) a partir de 65 euros de la marca Heissner. Uno más completo con capacidad para 800 l y filtro integrado, unos 350 euros.
Láminas flexibles: grandes estanques o formas personalizadas
Las láminas son la opción habitual para estanques grandes o con formas personalizadas.
Precios. A partir de 5 € el metro cuadrado.
Función de la bomba
La bomba es imprescindible para hacer circular el agua en el estanque. Hay muchos modelos de bombas, algunas con interesantes características como el ahorro energético que permite reducir el consumo eléctrico hasta un 40 por ciento. La bomba puede instalarse dentro (en una superficie estable como un ladrillo) o colocarla fuera (más estético), pero en ese caso debe estar en un hoyo excavado junto al estanque por debajo del nivel del agua.
Precios. Las bombas oscilan entre 180 y 350 euros, según modelos y capacidad. Los filtros, a partir de 170 euros.
Función del filtro
El filtro permite que exista el equilibrio natural o sea el ecosistema que forman animales y plantas en los lagos y charcas naturales. En los estanques, lo reducido del tamaño fomenta los desajustes del ecosistema que los filtros ayudan a corregir. Uno de los problemas más habituales es una excesiva proliferación de algas que, al descomponerse, provocan un desequilibrio en el balance ecológico del estanque. Hay diferentes tipos de filtros, como los flotantes, que incorporan el mismo sistema de Skimmers que las piscinas. Limpian el estanque y lo airean enriqueciéndolo con oxígeno. Otros combinan sistemas de filtrado mecánico y biológico.
Precios. Los filtros de calidad cuestan en torno a 170 euros.
Chorros de agua, luces, arroyos y cascadas…
Los accesorios para estanques son muy variados. Los arroyos y cascadas acentúan la transparencia del agua y absorben el oxígeno para que puedan sobrevivir los microorganismos. Vienen prefabricados y se pueden unir unos a otros. Los chorros de agua permiten formar secuencias y se pueden realzar con luces de colores. La iluminación actual a base de LEDs y con sensor es duradera y económica y permite dar énfasis al estanque.
Precios. Arroyos imitando granito, a partir de 25 euros la pieza. Focos con sensor a partir de 26 euros. Toberas con luz, a partir de 50 euros, aprox.
Cómo plantar en estanques
La plantación no debe ocupar más de un tercio de la superficie. Y es interesante utilizar cestos de plantación. Sus ventajas son que se introduce menos cantidad de tierra dentro del estanque, las plantas de rápido crecimiento no crecen descontroladamente y se pueden cambiar de sitio siempre que quieras.
Qué especies elegir
Hay que elegir las plantas con precaución y dejándose recomendar por expertos, Por ejemplo, los lirios actuáticos proporcionan sombra al fondo del estanque, pero no pueden convivir con chorros de agua. Otras plantas recomendadas son: el Cyperus Alterniflius (emergente, sólo zonas templadas), la Tipha (emergente, ideal orillas), el Iris Pseudoacorus (florece de abril a junio, ideal orillas), el Jacinto de agua (flotante), los nenúfares (flotantes), el milhojas (sumergida, sólo aguas alcalinas)…
Para introducir peces, la profundidad mínima debe ser de 60-80 cm. No obstante, déjate aconsejar sobre los peces ideales para tu clima, las especies compatibles entre sí y cuántos se pueden colocar. En el caso de poner peces, también se deben utilizar productos específicos para reducir la incidencia de sus desechos orgánicos.
Calendario de mantenimiento
Marzo: plantar. Abril: instalar bombas y filtros en el segundo tercio de profundidad del estanque. Mayo: comprobar dureza y pH del agua con kits adecuados. Junio: Eliminar algas con productos adecuados. Julio: proporcionar sombra con mallas de sombreo o nenúfares. Agosto: comprobar la calidad del agua y enfriarla dejando correr arroyos y encenciendo chorros. Septiembre: Limpiar de hojas y limos y cubrir con una red protectora. Octubre: limpiar las bombas a menos de 60 cm de profundidad y almacenarlas a salvo de las heladas en un cubo lleno de agua. Noviembre: comprobar situación de peces y plantas. Diciembre: usar un producto descongelador para que no se hiele el agua. Enero: dejar descansar el estanque. Febrero desinfectar de peces y plantas muertas.