Las flores de pascua son plantas enormemente versátiles. Cuando se las combina con los complementos adecuados, este popular símbolo navideño se convierte en un atractivo elemento decorativo que encaja con todos los estilos de decoración.
PASO 1
Utilizamos como base un recipiente de madera y lo pintamos de color blanco. En este caso la textura del recipiente hace que aún después de pintarlo, se mantenga la visibilidad del material.
PASO 2
Empleando cola caliente, pegamos cintas seleccionadas a juego con el color de la flor de pascua, alrededor del recipiente para darle un toque más navideño, y si nos apetece, también podremos colgar de estas cintas algún adorno navideño tradicional.
PASO 3
Las flores de pascua rojas se introducen en el receptáculo de madera decorado, y para completar el arreglo, incorporamos unas ramitas de jardín invernal, como las del manzano, el liquen y el muérdago. Las uniremos con alambre y las insertaremos holgadamente en el macetero.
Los complementos cuidadosamente seleccionados, como una cinta de color, un calcetín rojo en miniatura, un tapete de mesa a juego, velas y nueces en boles también a juego complementan la bonita decoración.
Fotografías: Poinsettia