El mueble colonial es el resultado del explosivo cóctel de dos culturas milenarias, Oriente y Occidente.
Dos estilos que se funden en una única pieza culminando en uno, único y espectacular. La sobriedad, la innovación en el diseño, la pureza de líneas y la modernidad que aporta la cultura occidental, aleado con los materiales, técnicas artesanales y acabados exóticos, propios de oriente. Un mestizaje de culturas que vino a deleitarnos con muebles de una estética exquisita.
Estos muebles fueron inicialmente concebidos como piezas de exterior, ya que los materiales de que se componen parecen traídos directamente de la naturaleza, cañas de bambú, algas, mimbre, cuerda, rattan, rafia, maderas exóticas…
Presentes en las terrazas y jardines de algunas viviendas, durante años pensamos que esos muebles estaban únicamente al alcance de unos pocos privilegiados, que contaban con estos elementos en sus casas.
Pero con el paso del tiempo, este estilo ha ido ganando adeptos día tras día, y es que se trata de piezas con personalidad propia, capaces de transportarnos a países lejanos, misteriosos, paraísos balineses… y se han hecho un hueco en el interior de nuestras viviendas recreando un estilo exótico y relajante, por esa relación que todavía hoy se le concede con la época estival.
A día de hoy, el mueble colonial se representa a través de todo tipo de mobiliario de interior, dormitorios, comedores, salones, recibidores, mueble auxiliar…
Dentro del estilo colonial, el diseño de cada ambiente se inspira en diferentes ámbitos naturales como el mar, la selva, la flora, la fauna… y si nos fijamos bien, reconoceremos en ellos diferentes estilos dentro de uno mismo.
Firmas como “La Maison Coloniale” o "Banak Importa" son quizá uno de los puntos de referencia en lo que a decoración colonial se refiere en España. Destacan en la mayoría de los casos una simpleza en las líneas de los muebles, que permite disfrutar en mayor medida de la calidad decorativa que produce el trenzado de estos tejidos o la marcada veta de sus maderas tropicales.
Aunque la oferta aumenta día tras día, este tipo de decoración todavía cuenta con algunos puntos débiles, uno de ellos es el tamaño de sus creaciones. Generalmente se trata de piezas grandes, especialmente las camas, que en ocasiones y en función del diseño, suman a la medida del colchón 25cm por cada lado. Sofás de dimensiones generosas, amplios sillones y mesas de centro… el exterior era generalmente ilimitado, el tamaño de los muebles coloniales para interior, es todavía una faceta por pulir.
Podemos optar por incluir en la decoración de nuestra casa una de estas piezas aunque predomine en ella otro estilo, o decorar íntegramente cualquier estancia. Debemos poner especial atención a los elementos añadidos. Aunque se trata de piezas tan especiales que poco atrezzo necesitan, es aconsejable que los elementos decorativos guarden una directa relación con el estilo de la habitación.
En las tapicerías, colchas o cojines, conviene utilizar tejidos frescos y ligeros como el lino o el algodón. Los colores claros, beiges, blancos, grises o amarillentos, y los estampados vegetales o animales potenciarán ese espíritu étnico y natural de los muebles coloniales.
Para las alfombras, las pieles animales aportarán un toque exótico y salvaje que potenciará aún más la estrecha relación que este estilo mantiene con la naturaleza. Podemos conservarlas en su color natural, o teñirlas del color deseado, adaptándose perfectamente a cualquiera que sea el estilo imperante en la vivienda.
Las tallas de madera, cerámicas, figuras de marfil, máscaras, y todos los recuerdos de nuestros viajes por el mundo, serán el complemento perfecto a esta decoración.
Puesto que en sus inicios fueron muebles creados para exterior, conviene al trasladarlos al interior, hacerlo en compañía de una parte del exterior, las plantas, naturales o artificiales, son fundamentales para culminar el estilismo de una estancia exótica.
Fotografías: La Maison Coloniale
Por Olaia Pellón
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Publicado el: 22-02-2008 | Autor: Olaia Pellón