El rosa es el color favorito de las niñas, les encanta que su dormitorio sea de este color y como consecuencia es así en la mayor parte de las ocasiones. Sin embargo a medida que va pasando el tiempo el color rosa va pasando a un segundo plano
Hoy os vamos a mostrar una evolución que os permitirá ver cómo el rosa puede ser el color perfecto para decorar la habitación a medida que sus habitantes vayan creciendo. Y que solo se trata de buscar la decoración adecuada en cada momento para poder integrarlo a la perfección.
Cuando retiramos la habitación de bebé, ésta se trasforma en la habitación de una pequeña princesita, y es en este momento cuando más romántica, vaporosa y acogedora resulta.
Cuando la princesa crezca un poco la habitación será mucho más funcional, pues en ella se harán muchas actividades y casi todas ellas relacionadas con el estudio. Por eso la importancia reside en el diseño de los muebles, pero como veis el color rosa se integra a la perfección.
Y cuando finalmente la princesa se convierta en reina ya no habrá quien decida cual deberá ser el color de la habitación sino ella misma. Esta volverá a parecerse de nuevo a la que tuvo cuando era un poco más pequeña, pues los textiles vuelven al plano protagonista y los muebles al papel secundario. En este momento el rosa es un color tan adecuado como cualquier otro.
Fotografías: Laura Ashley, Giessegi, Car Mobel