Una oficina oscura y gris genera incomodidad, sueño y, por ende, es poco productiva. Por ello, es importante que las empresas inviertan en el diseño de una oficina amigable y espaciosa, prestando gran importancia a la elección de los colores. Ya sea a la hora de pintar la oficina, o si se está planteando llevar a cabo un rediseño de ésta, la elección de los colores puede condicionar el éxito de un negocio.
La percepción psicológica de los colores por las personas se ve marcado por factores como su cultura y experiencias pasadas, por lo que resulta difícil establecer una verdad universal al respecto. No obstante, tras numerosos estudios, y dejando de lado las excepciones personales de cada individuo, parece haber quedado bastante claro que los colores tienen la propiedad psicológica de evocar respuestas emocionales muy similares a la gran mayoría de las personas.
A continuación analizamos algunos de los efectos del color en los espacios de trabajo. Por supuesto, también será importante escoger un mobiliario de oficina apropiado, que congenie bien con los colores de la habitación o que ayude a combinarlos para mejorar sus beneficios.
Azul. El preferido por la mayoría
El color azul resulta ser el color favorito para la mayoría de personas. Las razones pueden ser varias, pero se cree que el principal motivo puede tener su origen miles de años atrás, en el azul de un cielo tranquilo o el del agua cristalina. Sea como sea, lo cierto es que elegir el color azul para nuestra oficina trasmitirá tranquilidad y confianza en la marca. Sin duda lo mejor para un clima de trabajo sosegado pero eficiente.
Verde creativo
Por razones similares a las del color azul, el verde es otro de los colores que más gusta entre la gente. Se encuentra asociado a la creatividad y las personas con mentes muy abiertas. Si tu negocio es por ejemplo una empresa de marketing, o está relacionado de alguna manera con la creatividad, no dudes en usar el color verde en tus zonas de trabajo para mejorar la productividad de tus empleados.
Amarillo peleón
El amarillo resultar ser el color que menos gusta a la gente, y hay que ser cuidadoso cuando se usa al diseñar una oficina. Por lo general se le atribuyen efectos negativos, pero puede ser el color ideal para estimular o mantener activa a la gente. No dudes en usarlo en zonas donde se requiera un activo estado de ánimo o salas de “juego” para tus empleados.
Naranja. Un color de valores
Por lo general la gente asocia el color naranja con valores positivos. Son muchas las marcas que hacen uso del naranja en sus logos, trasmitiendo valores positivos y de responsabilidad social. Usarlos en espacios de reunión puede ayudar a que fluyan las ideas e impulsar la creatividad como lo haría el verde.
El rojo impulsivo
El rojo nos influye para ser más impulsivos, tomando decisiones de forma más rápida e impulsiva. Si bien esto puede ayudar ante ciertas situaciones, lo cierto es que supondrá un problema cuando sea necesario afrontar asuntos que requieran un buen análisis analítico antes de actuar. El rojo, por tanto, es el color ideal para llevar a cabo una sesión de “brainstorming” pero mantenlo alejado a la hora de tomar decisión que marquen el devenir de tu negocio.
Como ves, atendiendo a los efectos que los colores pueden causar sobre nosotros, resulta de vital importancia poner atención a los que se escogen para diseñar una oficina. Cada negocio necesita de unas características concretas en función del sector al que se oriente, por lo que cada espacio de trabajo debe hacer uso de los colores según sus necesidades. Lleva tu negocio al siguiente nivel rediseñando tu oficina con los colores para tus paredes y techos, y complementándolos con el mobiliario de oficina apropiado.