Decorar nuestra casa o poner la mesa durante la Navidad son dos tareas que a nadie se nos escapan, pero la Navidad es mucho más que eso. La Navidad es una época de relaciones personales, y los regalos, el nexo de unión.
Recibir un regalo es algo maravilloso, pero sobre todo cuando quien nos lo entrega nos demuestra que se trata de un regalo sincero, en el que ha puesto todas sus ilusiones, y en el que ha invertido su tiempo. Pero tan importante como el propio regalo, es la forma de presentación, ya que conseguirá que quien lo reciba, muestre su mejor sonrisa antes incluso de llegar a abrirlo.
La tarea de envolver lleva su tiempo, y requiere de materiales específicos de los que el mercado está lleno, pero sobre todo requiere unas manos habilidosas capaces de convertir un trozo de papel en una verdadera presentación.
La gama de envoltorios en inmensa, podemos encontrar papeles más o menos festivos, papeles infantiles, románticos, masculinos… lazos de colores, flores de papel, figuritas y un sinfín de cosas con las que decorar cada regalo.
La combinación de colores y materiales es libre e infinita, pero si bien es cierto que existen colores y decoraciones más o menos adecuadas para unas personas u otras. Es habitual que encontremos envueltos en papel de color rojo los regalos más románticos, los regalos llenos de amor que tienen como destinataria nuestra pareja.
Los regalos infantiles suelen presentarse en naranja, amarillo, fucsia… Los regalos más serios, los de empresa, o esos cuyo destinatario es alguien con quien solo nos une una relación profesional, los presentaremos en tonos azules, y sin excesivo adorno.
Los regalos para chicas suelen llevar lazadas superpuestas, mientras que los de niños apuestan por pajaritas gigantes hechas con papeles de colores como la seda o el papel pinocho. Es muy común también encontrar paquetes adornados con nudos de corbata, mostrando un aire mucho más masculino.
La pieza a envolver también marcará en gran medida la forma del empaquetado. Generalmente resulta mucho más fácil envolver una caja, que una prenda de ropa, una figura o un bolso. En estos casos, la mejor opción es la elaboración de un saco en el que introducir el regalo, y atarlo en la parte superior como si de un caramelo se tratara.
También es un buen recurso meter el regalo en una bolsa decorativa, y atar en el asa una gran lazada.
Dependiendo la ocasión, podemos utilizar materiales o figuras relacionadas con el acontecimiento a conmemorar. Si se trata de un regalo de boda, podemos utilizar cintas de raso o tul para las lazadas, pétalos o arroz…
En Navidad, podemos poner piñas, muñecos de nieve o figuritas. Los regalos infantiles podemos decorarlos con piruletas y caramelos.
La decoración de los regalos tiene una importancia que en ocasiones olvidamos, pero sin embargo todos agradecemos una buena presentación, porque eso es la muestra indiscutible de que somos importantes para esa persona.
Fotografías: Country Living Fair, Hallmark, Aire de Fiesta, Sarah Catherine Design.
Por Olaia Pellón
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Publicado el: 24-12-2008 | Autor: Olaia Pellón