Durante años dormir en un sofá cama fue poco menos que una tortura. Muelles que se clavaban por todas partes, colchones extremadamente duros, o extremadamente blandos… Por no hablar de una estética tremendamente discutible.
Afortunadamente eso ya es historia, y hoy en día dormir en un sofá cama es prácticamente igual que dormir en una cama tradicional. El tipo de colchón queda a nuestra elección y además la apertura es realmente sencilla y no necesitamos grandes esfuerzos para sacar la cama.
Por su parte la estética es la de un sofá que no nos anticipa lo que oculta en su interior, y la funcionalidad está más que demostrada.
Fotografías: Car Mobel