Todo lo que se sitúa por debajo de nuestros ojos, contribuye a completar un ambiente descargado y sin excesos, porque despeja lo que tenemos inmediatamente a la vista.
En la última década, las camas japonesas tipo tatami están ganando fuerza en la decoración más moderna, porque contribuyen a fomentar el minimalismo y los ambientes vacíos.
En los tres ejemplos que vemos hoy está muy presente la línea recta, lo que apoya la horizontalidad del dormitorio, parece más ancho y por lo tanto más bajo.
En todos los casos, la base de la cama sobresale tanto por la parte de abajo como por los laterales. Esto hace que si queremos optar por esta solución decorativa, sea necesario disponer de una habitación de dimensiones generosas.
Las mesitas también han reducido su altura, en favor de la estética y por supuesto de la comodidad, para poder acceder a ellas fácilmente desde la cama.
Fotografías: Arasanz