Un baúl es un mueble auxiliar con una gran versatilidad, en una misma estancia puede cumplir muchas y diferentes funciones, pero se podría decir que tiene una utilidad garantizada prácticamente en todas las habitaciones de nuestra casa.
En el salón puede convertirse en una extraordinaria mesa de centro, ya que su altura lo convierte en idóneo para esta función, pero además su gran capacidad de almacenamiento hace que pueda ser además un mueble bar, un mueble biblioteca o simplemente un cajón en el que almacenar trastos.
En el dormitorio el uso más común es el de pie de cama o descalzadora, un asiento improvisado que nos hace mucho más cómoda la tarea de vestirnos, ya que podemos sentarnos para ponernos cómodamente los zapatos, los calcetines, o simplemente podemos apoyar sobre él la ropa seleccionada.
Pero además, su gran capacidad interior nos aporta un lugar de almacenaje extra, para las mantas, cojines o plaids que retiramos de encima de la cama cuando los vamos a dormir.
El pasillo o recibidor es un espacio difícil de decorar, ya que no suele ser excesivamente grande y a todos nos gusta aprovechar el espacio al máximo. Un baul no ocupa excesivo espacio, supone un asiento, un cajón y un elemento decorativo, todo a la vez, por lo que es una excelente elección.
Fotografías: Graham & Green, Portobello