Este rincón lo solemos dedicar siempre a hablar de ideas de decoración, tendencias de moda, corrientes alternativas… en definitiva a hablar de todas esas cosas que hacen que en nuestra casa se respire diseño, estilo, actualidad, vanguardia, moda…
Pero hoy me gustaría hablar de otra cosa que también es muy importante en la decoración. Por muchas circunstancias durante los últimos días he tratado de demostrar lo importante que me resulta que los sentimientos se cuelen en todas las disciplinas de la vida, y la decoración es una de ellas en la que su presencia es fundamental.
Soy una apasionada de la decoración y a mi más que a nadie me gusta que las casas sean originales y atrevidas, que sua dueños se impliquen con las tendencias de moda y que se arriesguen con estilismos inusuales, pero todo esto debe estar bien aderezado siempre con una buena dosis de sentimientos ya que de lo contrario el resultado será frío y distante.
Una de las formas de “calentar” el ambiente y conseguir que en nuestra casa se respire alegría, vida y sentimientos es hacerla partícipe de los grandes momentos de nuestra vida, presentarle a nuestros seres queridos, y acercarle a nuestros lugares y destinos favoritos.
La fotografía es una disciplina de la que nunca hasta ahora habíamos hablado en este rincón, pero sin embargo es una parte fundamental del diseño y de la decoración, y quien consigue que una casa sea nuestra, exclusiva y personal, y que hace que los sentimientos floten en el aire rodeados de tejidos, accesorios de decoración y muebles de diseño.
Hay muchas formas de introducirla en nuestra casa, desde las más clásicas hasta las más novedosas. Los clásicos marcos de plata de fotos colocados ordenadamente sobre el aparador o la mesa…
Aunque en los últimos tiempos los grandes avances de la fotografía digital nos han aportado nuevas soluciones estéticas, y ahora es posible que una foto nuestra luzca decorando una gran pared XXL.
Pero una pared XXL no tenemos porqué llenarla con una fotografía del mismo tamaño, sino que podemos ocuparla con pequeños recuerdos perfectamente colocados, dispuestos e iluminados a modo de galería de arte.
No me imagino una casa sin fotos, sin presencia de sus moradores. La fotografía es fundamental para trasmitir, y por supuesto también es susceptible de vestirse y adecuarse al estilo de nuestro hogar.
La decoración nos debe llegar, debe traspasar nuestros ojos para alcanzar nuestro corazón para hacernos vibrar, no debe quedarse únicamente en la apariencia estética sino en lo que cada pequeña cosa trasmite, y si no trasmite hemos cometido un grave error.
Fotografías: Sia, Potterybarn, Porada
Por Olaia Pellón
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Publicado el: 23-04-2010 | Autor: Olaia Pellón