Apenas queda una semana para la ansiada semana santa, hace si quiera unos días desde que la primavera se instaló en nuestras vidas, las temperaturas han empezado a subir ligeramente, y la claridad se cuela por nuestras ventanas a la misma hora en que el despertador nos recuerda que dormir de día es perder el tiempo.
No nos hacen falta más pistas, toca cambio, estos días todo el mundo estrena zapatos y luce gafas de sol. Por eso nuestra casa también necesita vestirse de sol.
No vamos a tirar la casa por la ventana, que la cosa no está como para tirar cohetes, pero necesitamos que nuestra casa luzca alegría pues eso también hará que nosotros nos sintamos más alegres y llevemos con mejor humor la situación esta que nos está tocando llevar.
Por eso y como cada año por estas fechas, tenemos que hechar mano del color, de los textiles, la pintura, las flores, los adornos y todas esas cosas que no conllevan un excesivo desembolso, ni un compromiso de permanencia en el lugar, sino que van y vienen según la época del año, nuestro estado de ánimo, las modas imperantes…
Las flores son una de esas cosas que siempre aparecen en esta época del año, unas veces en un jarrón, decorando con su belleza nuestro salón y llenándolo a la vez de color y aroma a primavera.
Pero otras veces lo hacen estampadas en unas cortinas, cubriendo nuestra cama, o enmarcando las ventanas.
Y como compañeras de fatigas de las flores, las frutas, de las que ya hemos hablado en otras ocasiones. Parece que su color se potencia especialmente cuando el sol entra por nuestra ventana, y el frutero que ha permanecido sobre la mesa durante todo el invierno, cobra ahora un protagonismo extraordinario dentro de la decoración de la cocina.
Hasta el menaje cambia con la llegada de la primavera, pues si en invierno bebemos para entrar en calor, en verano lo hacemos para refrescarnos y saciar la sed que generan las altas temperaturas.
Por eso el juego de te y café es ahora sustituido por los vasos grandes para el agua o para el zumo, y las grandes jarras transparentes que dejan ver el colorido de su contenido.
La iluminación deja de ser uno de los puntos fuertes de la decoración de nuestro hogar, las horas de luz natural son más y más notables, pero eso no quiere decir que esta disciplina de la decoración deje de tener importancia, sino que simplemente cambia de ubicación. Pasaremos más tiempo en el exterior de nuestras casas al caer la noche, y por eso será ahí donde tengamos que poner nuestros esfuerzos para que la noche no sea un impedimento a nuestras veladas.
Solo esperemos que esa última nevada que dicen que aún falta por pasar, se apiade de nosotros, y nos deje disfrutar de ese sol que hemos ansiado tanto este invierno.
Fotografías: Potterybarn, Marthastewart, Villeroy & Boch,
Por Olaia Pellón
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Publicado el: 26-03-2010 | Autor: Olaia Pellón