El final del invierno viene acompañado de nuevas tareas de mantenimiento de las plantas, ante la inminente llegada de la primavera. Objetivo: ¡que rebroten y florezcan lo más bonitas posibles! La terraza y el jardín requieren cuidados específicos a finales del invierno. ¡Aquí tienes tu calendario actualizado para que te devuelvan con creces todos tus mimos en los próximos meses!
Las plantas son unos seres tremendamente agradecidos, que devuelven de forma espectacular los cuidados que les prestamos. Pero con las tareas de primavera es necesario empezar ya, si no lo has hecho antes, en estas latitudes (hemisferio norte), cuando la luz del día se proyecta sobre nosotros durante más horas y las temperaturas comienzan a ascender…
La poda de los rosales y trepadoras, el trasplante a macetas más adecuadas, la siembra y multiplicación por esquejes, la frecuencia de los riegos y el inicio del aporte de sustancias para abonar y controlar las plagas inminentes deben figurar en tu calendario para las próximas semanas. ¡Sin prisa, pero sin pausa!
Limpieza y poda de plantas y jardín
La mayoría de las plantas pasan los meses más fríos con pocas necesidades de riego y abono, y quizá sólo alguna protección. Por eso tampoco suele ser el momento más esplendoroso de la mayoría de ellas… Nada que no resuelva una buena limpieza, poda y reposicionamiento de macetas de cara a la luz y el sol.
Es el momento de remover el sustrato en las macetas y parterres, y sobre todo limpiar los residuos que ha dejado tras de sí el invierno. Hay que cortar hojas y ramas secas de todas las plantas, y quitar las protecciones de plástico que pusimos en determinadas especies para que no se helaran.
El césped sale de su periodo de reposo y es importante airearlo. Primero se puede hacer con una horca y en una o dos semanas pasar el escarificador en dos sentidos para permitir que se airee y eliminar la capa de “fieltro” creada durante los meses fríos. Pronto empezará a crecer y será necesario “tener en forma” el cortacésped, revisando el estado de las cuchillas y el cable. Observa si tiene calvas, que sea necesario resembrar…
Y también es el momento ideal para podar las trepadoras y enredaderas. Lo mismo para los rosales y los setos. Hay varios tipos de poda. La poda de formación se hace en los dos primeros años para que la planta adopte la forma que hemos escogido para ella, por ejemplo, adaptada a una pérgola para dar sombra o en espaldera contra una pared. Pero cuando las plantas son ya adultas necesitan una buena poda de limpieza (para eliminar residuos secos, “chupones”, rebrotes al pie del arbusto, ramas cruzadas o demasiado vigorosas y frutas y flores secas) al finalizar el invierno. Eso sí, respetando siempre su rama principal o esqueleto.
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Época de trasplantes
Marzo es el mes ideal para hacer trasplantes. Conviene observar el estado de las macetas, y comprobar si es necesario adquirir alguna nueva, adecuada a las nuevas necesidades de espacio de plantas que experimentarán a partir de ahora un rápido crecimiento. Si se tiene previsto pasar tiempo fuera de casa durante la Semana Santa o el verano, quizá sea buen momento de pensar en macetas con dispensadores de agua. Los amantes de la jardinería ecológica estarán encantados de saber que se comercializan macetas biodegradables, que disminuyen el estrés que origina a las plantas el trasplante. Cada maceta (hay muchos tamaños) está compuesta de madera y turba, y las raíces perforan rápidamente las paredes del contenedor. Para trasplantar, simplemente se introduce en un contenedor más grande, sea biodegradable o no.
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Siembra y multiplicación
Llega el momento de plantar las anuales de flor de temporada: pensamientos, tagetes, alegrías… Pondrán la nota de color en jardineras y terrazas, así como en parterres y borduras. Para hacer trasplantes por esquejes, conviene hacerse con hormonas de enraizamiento, que simplifican mucho la tarea y dan grandes alegrías a los novatos de la jardinería… Los acodos (enterrar una parte de una rama aún engarzada al tallo de la planta) pueden dar grandes resultados si se hacen en este mes.
Ahora también se pueden comenzar a plantar los bulbos que florecerán durante los meses de verano: gladiolos, dalias, azucenas, begonias, girasoles, capuchinas… Observa que los bulbos no tengan orificios ni se hundan al presionar con el dedo. Plántalos a cierta profundidad (debe cubrirlos una capa de tierra igual a su tamaño de pie) con la parte puntiaguda hacia arriba, y para que sea más fácil la tarea con un plantador de bulbos. Y mezcla la tierra con abono orgánico (estiércol, mantillo, turba), pero no mineral (abono líquido). Guarda distancias de unos 10-12 cm entre bulbos de planta grande y unos 5-8 cm en los que dan plantas más pequeñas. Si vas haciendo siembras escalonadas hasta mediados de junio, tendrás floraciones escalonadas.
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Riegos controlados
Es el momento de comenzar a regar; eso sí, con riegos “mañaneros”, controlados y distanciados entre sí en función de las necesidades de agua de las plantas para que no encharquen el sustrato y provoquen plagas y/o pudrición de las raíces. Poco a poco irás observando que con el calor las plantas te piden más…
Abono y plagas
El césped necesita un abono de liberación lenta (en bolitas, por ejemplo). En dos o tres semanas los resultados son espectaculares. También conviene aplicar algún herbicida que limite el desarrollo de malas hiebras.
El resto de las plantas también empieza a necesitar aportes regulares de abono, aunque de momento puedes dejar pasar semanas entre abonados. Conviene ya pensar en aplicar un insecticida que limite las plagas de pulgón, especialmente en rosales y hiedras.
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Publicado el: 13-03-2013 | Autor: María Tebar