La casa es un lugar por cuyas "rendijas" se nos escapa muchas veces la energía, y con ella, una considerable cantidad de dinero que no tenemos por qué desperdiciar. Eliminar este gasto innecesario no sólo ayudará a nuestros bolsillos, sino también al medio ambiente y al planeta. Una serie de consejos prácticos nos servirán para atajar de raíz el gasto, de forma que a finales del año podemos llegar a ahorrar entre un 20 y un 30% en gasto energético.
La calefacción y el aire acondicionado son dos de esas "rendijas" por las que más se nos escapan los euros. Hay que aprender a manejar ambos sistemas para que resulten más eficientes. Por supuesto, es fundamental que, si vamos a instalar un sistema de climatización, calefacción o A/A, vigilemos que lleve la etiqueta de eficiencia energética A, como todos los electrodomésticos. Son los equipos más eficientes y que menos consumen. En el caso de que no tengamos sistema de calefacción o que éste sea a base de radiadores eléctricos, haremos bien en plantearnos instalar un equipo con bomba de calor. Estos sistemas aúnan aire acondicionado y calefacción en un solo equipo y contribuyen a ahorrar hasta un 20% de la factura de electricidad.
La temperatura ideal de una vivienda ronda los 20-22º C; es buena idea programar los equipos de calefacción y A/A para que la mantengan constante. Es una buena forma de disminuir el gasto energético, y además es mucho mejor para la salud. Un buen aislamiento en la vivienda es también fundamental; muchos expertos opinan que una casa bien aislada puede ahorrar más de un 50% del gasto energético en calefacción de las viviendas. Colocar burletes en las ventanas y las puertas (mejor de caucho que de espuma), instalar dobles acristalamientos con sistema RPT, trasdosar paredes exteriores que resulten frías, colocar falsos techos con materiales aislantes en su interior (lanas de roca o fibras minerales) e instalar suelos aislantes son medidas muy inteligentes.
Para sacarles más partido a los radiadores que funcionan con calderas de gas o de gasóleo, es posible colocar en la pared que está tras ellos láminas metalizadas especiales. Estas láminas, a la venta en centros de bricolaje, se pegan con cinta de doble cara a la pared de forma que su cara metálica refleje el calor desprendido por el radiador y lo devuelva a la estancia, impidiendo que se filtre al exterior por la pared. También conviene purgar los radiadores una vez al año, antes de ponerlos en funcionamiento, para mejorar el rendimiento del sistema de calefacción.
El aire acondicionado en verano supone un auténtico "subidón" en el gasto eléctrico de las viviendas. Para minimizar su consumo, lo mejor es poner una serie de ""barreras" que impedirán que el calor acceda al interior de la casa. Los toldos son una excelente medida; un buen toldo puede llegar a disminuir el calor que entra en una estancia en hasta un 20%. Para ello, a la hora de escoger el toldo hay que fijarse en el índice de factor solar que tenga la tela con la que se ha confeccionado; a menor índice, mayor protección. Un ejemplo: un toldo cuya lona tenga un factor solar de entre el 0,2 y el 0,3 bloquea el calor alrededor de un 70-80%. Las láminas solares autoadhesivas son otra estupenda medida para evitar el acceso de la luz solar, y el consiguiente recalentamiento. Se pegan a los cristales y resultan invisibles; evitan el calor hasta en un 55%, y además cuentan con un “efecto barrera” que evita que hasta un 20% del calor escape hacia el exterior en invierno.
Medidas inteligentes que harán de nuestro planeta un lugar un poquito mejor, y que nos ayudarán a ahorrarnos unos cuantos euros a fin de mes. ¡Merece la pena!
Fotografía: Aardewerk
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Publicado el: 11-07-2011 | Autor: Marta Sánchez