Con la proximidad de las Navidades, las familias con hijos se sumen en una "locura" común: encontrar los juguetes que piden los niños como regalo de Reyes o Papá Noel. No hay que precipitarse ni comprar de forma compulsiva, porque luego se paga… Con estos consejos, tendrás más oportunidades de acertar…
Los juguetes son un jugoso pastel que diferentes fabricantes, importadores y comercios se reparten durante las semanas previas a las fiestas de Navidad. En nuestro país, las compras de juguetes se realizan mayoritariamente durante las Navidades, al contrario que en otros países europeos, donde se reparte durante todo el año. Tanto es así que aquí algunos juguetes resultan difíciles de encontrar fuera del periodo navideño y otros se agotan al llegar estas fechas…
Lo primero que debes pensar, además del presupuesto del que dispones, es qué juguetes realmente van a colmar las expectativas del niño. Si es pequeño, los padres tienen la primera y la última palabra sobre el tipo de juguete que le conviene, atendiendo a criterios educativos: los juguetes que estimulan el aprendizaje o la expresión de afecto suelen ser buenas alternativas. Conviene fijarse en que ponga en lugar visible de la caja si es o no apto para menores de 3 años. Y, en general, conviene rechazar todos aquellos juguetes de importación que no exhiben en su etiquetado la marca CE que garantiza que cumplen las normas europeas en materia de seguridad.
A medida que los niños crecen, cada vez se ven más expuestos a la influencia del medio y suelen desarrollar un cierto criterio selectivo a la hora de elegir sus juguetes. ¡Ojo! La publicidad de los juguetes, pese a las continuas advertencias por parte de asociaciones de consumidores y organismos competentes en la materia, sigue siendo en muchos casos engañosa. Y pequeños y mayores se llevan grandes desilusiones con sus nuevos juguetes, especialmente en cuanto a sus funciones, aunque a veces también en referencia a su tamaño o calidad.
Algunos padres, de forma previsora, llevan a los peques a alguna juguetería o centro comercial unas semanas antes de la compra para ver in situ cuáles llaman más su atención. No es una medida del todo fiable: puede hacerles desistir de algún juguete concreto o, por el contrario, exacerbar su preferencia por un juguete que, por presupuesto u otras razones, no le pensamos comprar de ninguna de las maneras…
Pero como nuestro papel aquí no es dar consejos de tipo educativo, lo que sí te podemos recomendar es que si la idoneidad de un juguete te plantea dudas, acudas con tiempo por delante a una tienda para verlo con detenimiento. Los vendedores, y especialmente los pequeños comercios, estarán encantados de atenderte y solucionar tus dudas siempre que acudas con bastantes semanas de antelación. Si ya tienen la tienda llena de clientes en la segunda mitad de diciembre, lo más seguro es que la atención que te dispensen deje un poco que desear…
A la hora de elegir el sitio de compra, huye de las tiendas que aparecen y desaparecen como setas justo en el periodo de Navidades, ya que en caso necesario no tendrás dónde reclamar.
Los centros comerciales pueden ser una buena alternativa por precio y promociones, pero desconfía de los juguetes que no estén debidamente embalados y sellados, porque es posible que formen parte de una devolución y que no se haya controlado que están en perfectas condiciones antes de volver a comercializarlos.
Huye en tus cumpras de juguetes de los bazares orientales y de los productos de ínfima calidad, especialmente si no te queda del todo claro que hayan pasado los controles de calidad y seguridad europeos…
En cuanto a la elección de juguetes para los niños que ya no son bebés, ten en cuenta que los críos son como esponjas, y que su enorme capacidad de aprender cosas nuevas te abre un enorme campo en la elección de juguetes, por lo que puedes intentar hacer una selección amplia que cubra diferentes intereses:
Aquí es importante tener en cuenta que no hay juguetes de niños o niñas, y que la lucha por una publicidad no sexista del juguete comienza a dar sus frutos. Es uno de los primeros pasos para no encasillar a niños y niñas en roles tradicionales atendiendo sólo a su sexo.
Por otro lado, no hay tampoco consejos que dar sobre qué edad es la mejor para que los niños comiencen a jugar con videojuegos. Cada padre y madre debe tomar la decisión por sí mismo. Siempre que sean adecuados a su edad (cada videojuego lleva la edad mínima recomendada según la clasificación PEGI en lugar muy visible), son capaces de fomentar en los niños una serie de destrezas y habilidades de forma muy notoria. Es mejor establecer los límites en relación al número de horas de juego permitidas, y durante qué periodos de la semana si se dan determinadas condiciones (deberes hechos, etc.).
En cuanto a la normativa de seguridad y demás datos que identifiquen al fabricante del juguete, hay una serie de datos mínimos que es obligatorio que figuren en el embalaje.
Por otro lado, hay otra serie de advertencias que deben acompañar a determinados tipos de juguetes.
Fotografías: Home&Kids, NCT Shop
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Categorías: Infantil-Juvenil
Publicado el: 10-12-2012 | Autor: María Tebar